Celso Ortiz Espinoza es un conocido locutor de la ciudad de Quito. Trabaja en la radio Francisco Stereo, ubicada en el Centro Histórico.

Ortiz inició su labor en 1982, bajo la dirección del párroco Luis Florencio León. Desde entonces, su trabajo ha mantenido 4 puntos esenciales: evangelizar, informar, educar y entretener.

Hace una semana tuve la oportunidad de conversar con Celso Ortiz, más que como locutor, como persona.

Durante nuestro diálogo, me contó que trabaja en la radio hace 20 años. Su vocación empezó cuando era un niño, pues las radionovelas fueron su inspiración. Recuerda que una de las grandes voces de aquella época fue la de Marcelo Hernández.

Con respecto al programa Música sin Límites, Ortiz dijo que su segmento se especializa en música del recuerdo. “Si se mantuvo este formato es porque en mi programa rigen 2 principios, el primero es mantener una variedad en gustos musicales y el segundo es que hace 20 años eso fuera lo que sonaba en las radios quiteñas” dijo.  

Además, este conocido locutor cree que la música romántica tiene la asombrosa capacidad de traer recuerdos buenos y malos. “Lo importante es que los radioescuchas sientan este género como parte de su vida, de una historia, de un sinnúmero de emociones”, comentó.

Varios seguidores del programa opinaron que al escuchar este tipo de canciones, que en algún momento fueron parte de tu alma, vienen a su mente recuerdos nostálgicos.

En el programa Música sin Límites se transmiten melodías que en ocasiones provocan una sonrisa, en otras, llaman al llanto, pero sea cual sea el caso, lo único cierto es que la música es parte de todos “Hace 10 años no trabajo”, dijo Celso, pues según el locutor, “hacer aquello que te gusta día tras día y que te paguen por ello, es el mayor logro, no solo como profesional sino como ser humano”, indicó.

El animador mencionó que su programa estará al aire mientras el público lo quiera. “Soy amante de la música, de mi trabajo y estoy convencido de que es un privilegio trabajar para la gente y en esta radio que es como mi hogar. (I)