Niños y jóvenes con cascos, protecciones en sus manos y rodillas, acompañados de la familia y amigos esperan ansiosamente la largada. Son los participantes en la competencia “Coches de Madera”, que se ha convertido en uno de los eventos centrales de las festividades quiteñas.

El lugar escogido es la empinada calle Riofrío, del barrio San Juan en el centro de la ciudad. Todo el trayecto luce iluminado a las 19:00, en espera de los arriesgados competidores; muchas personas  observan desde la acera para avivar a los arriesgados muchachos.

Esta competencia, en la que chicos y grandes se unen para construir los carros y después formar las barras, cumple 38 años consecutivos. El 4 de diciembre de 1973 se da la primera edición de la competencia, en la cual se recorrieron 800 metros.

Los niños son los más emocionados y es una forma de incluir a los jóvenes en las celebraciones, dijo  Marco Aguilar, organizador.

Recuerda que hace 40 años era el juego y entretenimiento de los pequeños que se dedicaban a las carreras, inclusive en tablas, sin cascos ni rodilleras, pero sí con adrenalina.

Jofre Gómez fue el ganador de las carreras del 2010, y en las primeras pruebas de este año clasificó para participar en la segunda semifinal. Ahora es parte de los que irán a la final del sábado. Él dice que cada año se pone más dura la competencia.

La carrera termina con algunos golpeados, accidentados, pero todos emocionados por su participación en la jornada, que es seguida por cientos de quiteños que llegan a las calles para ver pasar los coches.

La Policía Nacional, la Cruz Roja y el Cuerpo de Bomberos estuvieron a cargo del operativo de seguridad de la competencia, quienes instruían a los moradores a no cruzarse ya que los competidores tomaban velocidades incontrolables.  La final será mañana 3 de diciembre en la calle Mejía, a las 19:00.