La temporada invernal aún causa estragos en varias provincias del país
Las lluvias convierten la pista azul en laguna
Una cuadrilla de obreros del Municipio de Quito madrugó para arreglar los efectos de la tormenta de anteayer sobre la nueva pista azul del parque La Carolina (en el centro-norte).
La tarde del miércoles, el sistema de drenaje fue insuficiente para evacuar el agua, que se acumuló en la esquina nororiental del circuito atlético y cubrió un tramo de alrededor de 100 metros.
La inundación de la renovada pista, abierta el pasado 5 de marzo por el alcalde Mauricio Rodas, fue denunciada por ciudadanos a través de las redes sociales.
No es el primer problema que ocurre en el espacio deportivo, en cuya renovación se invirtieron alrededor de $ 520.000 y que forma parte del proyecto bautizado por el Cabildo como ‘Nueva Carolina’.
En el recubrimiento sintético colocado sobre el circuito hubo daños en varios tramos en los primeros días de funcionamiento de la pista por el maltrato que recibió.
El gobierno local argumentó entonces que los desperfectos se produjeron porque varios ciudadanos ingresaron a la zona de entrenamiento con calzado inadecuado, acompañados de mascotas y en bicicletas o motocicletas.
En las últimas acciones había funcionarios de entidades dependientes del Municipio. En internet circularon, a inicios de marzo, fotografías de agentes civiles de tránsito motorizados y de una motocicleta de los bomberos que transitaba por la pista.
El gerente de la empresa municipal de obras públicas, Alejandro Larrea, indicó entonces que el uso de la pista por parte de los ciudadanos se encontraba en evaluación.
El funcionario no descartó la posibilidad de colocar un cerramiento en la pista y que ingresarán únicamente las personas que estén debidamente equipadas para trotar o correr.
Las anegaciones del circuito de La Carolina ocurren tras el recrudecimiento de la temporada de lluvias en la capital y sus alrededores. Esta situación generó problemas de derrumbes e inundaciones también en otros puntos del Distrito Metropolitano de Quito.
La tarde del martes, por ejemplo, la rampa 2 del intercambiador que se construye en el sector de Carapungo (en el norte) se llenó de agua. La circulación por el paso deprimido, que conecta la Panamericana Norte con el barrio, se habilitó el 3 de marzo anterior para mejorar el tránsito por la zona.
El cierre del paso subterráneo duró aproximadamente 40 horas y alrededor de las 08:00 de ayer se permitió que transiten los automotores. En otros pasos a desnivel de la ciudad también hubo problemas en los últimos días.
Uno de los más afectados es el distribuidor de tráfico ubicado cerca de la Universidad Central. La tarde del lunes y anteayer, la estructura fue cerrada a causa de las inundaciones.
Los facilitadores de tránsito de la Universidad Católica, del sector La Y y los túneles que unen el norte con el sur de la ciudad también han sufrido inundaciones en los últimos días.
Asimismo, ocurrieron deslaves en la Panamericana Norte y en la vía Ruta Collas, que conduce hacia el nuevo aeropuerto.
Mientras tanto, hasta ayer no se encontraba el cuerpo de José Farinango, obrero que desapareció en las aguas de la quebrada Chaquiscaguayco, la tarde del martes, por la tormenta que cayó en el extremo norte de la capital. (I)
MTOP habilita un paso provisional en una carretera
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) habilitará un puente bailey, o una alcantarilla ducto cajón prefabricada, para devolver la conexión a más de 60.000 habitantes de una zona entre Guayas y Bolívar.
Los conductores pueden utilizar como ruta alterna la carretera Guaranda-Montalvo-Babahoyo. El colapso de una alcantarilla en el kilómetro 49 de la carretera Chillanes-Bucay impide conectar a las provincias de Bolívar y Guayas. El hundimiento de la calzada es producto de las intensas lluvias que azotan el país. Mientras tanto, la carretera estatal E20 Esmeraldas-Quinindé fue habilitada la tarde del miércoles por el trabajo del equipo pesado de varias instituciones.
La limpieza continuó hasta ayer en varios caminos vecinales de Quinindé, Atacames, Esmeraldas y Muisne, que quedaron bajo el agua por el desbordamiento de los ríos.
El informe entregado por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), provincial y la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) revela que los deslizamientos ocurrieron en Chucaple, Zapotal Bajo, La Poncita y Taquisquele. En cambio, las inundaciones sucedieron en las comunidades La Pangolita, Santa Teresa, Las Luchas, Parada 10 y Unión de Atacames.
Del mismo modo, en el recinto San Andrés, en la vía la ‘Y’ (de la laguna Quinindé), quedaron sumergidas pequeñas fincas, viviendas y el camino vecinal. En el cantón Muisne, el río Bilsa ocasionó pérdidas en cultivos de ciclo corto e inundó 17 viviendas, la escuela, la iglesia y un infocentro. En el recinto Tigua, en San José de Chamanga, el río inundó 6 viviendas y los afectados se encuentran en casas de familias acogientes. (I)