La ejecución simultánea de obras viales grandes complica la movilidad en Quito

El tráfico en el área cercana al cruce de la Panamericana Norte y la avenida Simón Bolívar (sector Carapungo) se hizo más denso desde el martes pasado. La Alcaldía de Quito cerró, a las 00:00 de dicho día, la circulación por el paso que conecta de norte a sur a la carretera con la avenida periférica y que fue habilitado el 29 de diciembre.

El giro es uno de los servicios del intercambiador que se construye desde el 9 de febrero de 2015. La inversión es de $ 20,5 millones y por allí circularán 81 mil vehículos diariamente. El cierre, previsto por 10 semanas, permitirá la construcción de un paso elevado pendiente.

Cinco días antes, el alcalde Mauricio Rodas abrió otro paso de la estructura: la conexión de la Panamericana Norte, desde el sector de Carcelén, con el barrio Carapungo. A pesar de ello, se forman largas colas sobre la Panamericana desde Carcelén (en dirección al norte) y desde Calderón (hacia el sur). El cruce de la carretera hacia la Simón Bolívar y la circulación por la Panamericana hacia el norte se alternan por lapsos de entre 5 y 7 minutos. Además, quienes quieren ingresar en la avenida forman 2, 3 y hasta 4 filas, obstaculizando la circulación de los que pretenden avanzar por la Panamericana a otros puntos del norte capitalino.

Silvana Romero, una moradora del sector Marianitas, estaba molesta por la demora, debido al cierre del martes. El paso por la intersección que, hace 2 meses, le tomaba de 10 a 15 minutos, ahora requiere unos tres cuartos de hora.

La enfermera estaba segura de que iba a llegar tarde a su trabajo. “La multa que voy a recibir quién me la va a pagar”, reclamó la mujer. Afirmó que desconocía información sobre el cierre temporal del paso. En tanto que Óscar Llerena protestó: “Debían construir de una vez el paso elevado, para no estar con eso de que abren la vía a la Simón Bolívar y luego la cierran”.

La terminación de la obra, según el gerente de la empresa municipal de obras públicas (Alejandro Larrea), sería a fines de junio. Incluso, si aquella planificación se cumpliese, los trabajos coincidirán con los primeros cierres viales de la Fase II del Metro.

Un caso específico es el corte de circulación planeado a partir del 2 de mayo sobre la Avenida Amazonas, entre Tomás de Berlanga e isla Tortuga (sector Jipijapa), donde se construirá una de las estaciones. La medida durará hasta mediados de octubre, de acuerdo con los planes municipales. A lo anterior se añadiría el cierre, en una fecha aún no precisada, en la propia Amazonas a la altura del Centro Comercial Iñaquito (CCI).

Entre tanto, la construcción de la estación San Francisco (Centro Histórico) arrancó el 7 de marzo pasado con la identificación alfanumérica de las 107.695 piedras que forman el piso de la tradicional plaza.

En este caso, se presume que será necesario restringir la circulación de vehículos por la calle Benalcázar, entre Sucre y Bolívar, al menos de manera temporal. Se proyectan durante este año, además, las intervenciones en relación con el Metro en otras zonas de la ciudad como El Labrador, al norte, y los sectores Morán Valverde, Solanda y El Calzado, al sur.

Otra obra vial que incidirá el tránsito durante este año es el organizador de tráfico cuya construcción arrancó el miércoles pasado en la intersección de las avenidas Eloy Alfaro y De Los Granados (al nororiente de Quito). En este trabajo la ciudad invertirá más de $ 13 millones y deberá estar listo hasta finales de este año. Mientras dure la construcción, incidirá en la circulación diaria de alrededor de 90 mil vehículos por ese punto, que conecta al nororiente de Quito, el valle de Tumbaco y el centro-norte capitalino.

Según la Alcaldía, el paso por el área nunca se cerrará totalmente y estará abierto, al menos, un carril por sentido. Sin embargo, conforme avance la obra, los conductores deberán optar por tomar rutas alternas de circulación (ver gráfico).

Estas acciones coinciden con otras que vienen desarrollándose y cuya finalización es incierta. Una de ellas es la reconstrucción de las paradas del sistema de transporte municipal, iniciada con la intervención de las paradas del Corredor Trolebús. Si bien estos trabajos se ejecutan, en su mayoría, en áreas de carriles exclusivos, no dejan de ocasionar complicaciones.

Ello ocurre, por ejemplo, en el sector del Consejo Provincial, donde la adecuación de la parada que se usa para dirigirse al norte, ha obligado a que las unidades compartan con carros particulares la calle Luis Felipe Borja, al borde del parque La Alameda. Igualmente, la ocupación con la obra de una parte de los carriles destinados al tránsito normal incrementa el nivel de tráfico en zonas como el cruce de las avenidas 10 de Agosto y Colón.

Como parte de este proceso, la empresa municipal de obras públicas tiene previsto invertir en este año $ 11,9 millones en la reconstrucción de las paradas del corredor Ecovía, de acuerdo con el Plan Anual de Contrataciones (PAC). Esto incidirá, principalmente, en la circulación vehicular en tramos de la avenida 6 de Diciembre. Otro proyecto vial que se encuentra en ejecución es la extensión del corredor Ecovía-Suroriental a lo largo de la avenida Maldonado. La obra concluiría en junio, pero la recta final de su ejecución también coincidirá con otras arterias viales. (I)