El incendio en el sector del Auqui, el único que permanecía activo de los 13 iniciados el fin de semana,  estaba controlado en un 90% hasta las 11:00 de ayer.

En la mañana de este martes, alrededor de 70 bomberos, militares, policías nacionales y metropolitanos vigilaron el lugar para evitar propagaciones. “Controlamos todos los puntos humeantes; no paramos de trabajar durante las 24 horas”, comentó Paúl Garzón, subteniente de los bomberos, quien añadió que el clima es un factor que puede incidir en la propagación de las llamas.  

Datos del Municipio confirmaron que el área afectada es de alrededor de 10 hectáreas. Dos helicópteros prestaron apoyo en el sector y realizaron 45 descargas de agua en los puntos humeantes.

A la contabilidad de daños se añadieron ayer 15 ha en Calacalí, para totalizar 59 ha quemadas en totalMientras, más temprano, el alcalde Augusto Barrera dijo en una entrevista a radio Majestad, que también se cuenta con indicios de que el siniestro en ese sitio fue provocado.

En tanto, los moradores de San Francisco de Miravalle del Auqui continuaron colaborando en la lucha contra las llamas. José Sangucho, quien viven en el barrio más de 60 años, comentó que desde el domingo prestaba ayuda a los bomberos con un machete y una pala. “Claro que teníamos que ayudar, teníamos miedo de que el fuego se propagara a nuestras casas y quemara todo, hasta a nuestros animalitos”, aseguró.

Así mismo, en el parque Metropolitano, bomberos y  policías realizaron patrullajes para evitar la reactivación del incendio, con lo que hasta el mediodía, el Cabildo informó que el incendio se encontraba prácticamente extinguido.

A pesar de ello, el ingreso al espacio verde se mantenía restringido para los ciudadanos hasta la tarde de ayer, como medida de precaución.

Patricia Rodríguez, quien vive desde hace 50 años en Bellavista, barrio aledaño al parque Metropolitano, mencionó que la ceniza y el humo entraron a su casa durante la emergencia, pero que la situación no pasó del susto.