Cerca de las 15:20 de ayer el Comité de Operaciones Emergentes (COE) recibió la alerta. Un nuevo incendio de magnitud se registró en el lado sur del parque Metropolitano, en Quito. El viento desplazó rápidamente la nube de humo hacia el norte de la ciudad. En minutos, el cielo sobre el parque La Carolina se oscureció.

Según el reporte preliminar del Cuerpo de Bomberos, el flagelo habría iniciado alrededor de las 14:00 cerca del   túnel Guayasamín que conecta a Quito con el Valle de Tumbaco. Al sitio llegaron 60 bomberos, 40 policías metropolitanos, seis tanqueros y un helicóptero de aeropolicial.

El jefe del Distrito Eugenio Espejo, Rodrigo Proaño, informó que al operativo se sumaron 100 policías nacionales que apoyaron en la evacuación de 10 caballos pertenecientes a la Policía Montada, cuyos establos estaban ubicados en el centro del parque Metropolitano.

A pesar de los intentos de los bomberos por sofocar las llamas -que alcanzaban entre cuatro y cinco metros de altura-, el viento propagó el fuego y pasadas las 17:20 los moradores del barrio Bellavista fueron evacuados por el inminente riesgo.

El personal de la Capilla del Hombre y de la Fundación Oswaldo Guayasamín también fue alertado por los bomberos. Pablo Guayasamín, hermano del pintor ecuatoriano, advirtió que 100 obras originales y otras piezas de la época de la Colonia  estarían en peligro si las llamas alcanzan las instalaciones.

Para precautelar la seguridad de los conductores, el gerente de la Empresa Metropolitana de Movilidad, Germánico Pinto, resolvió suspender el tránsito por el túnel Guayasamín después de las 16:00, ya que el viento reavivó el fuego.

Y hasta las 17:30 el informe preliminar daba cuenta de 10 hectáreas de bosque consumidas por el flagelo y un bombero fue atendido por la Cruz Roja por presentar síntomas de asfixia. 

Por la intensidad del viento, el humo se aproximaba también a los barrios La Comuna y El Batán, por lo que se recomendó a los moradores dirigirse hacia el sector del parque La Carolina para evitar afecciones pulmonares. Los paramédicos de la Cruz Roja también asistían a los habitantes de los barrios aledaños para que cubrieran sus rostros con pañuelos mojados y evitar la inhalación de humo.

De forma paulatina, alrededor de 300 miembros de los organismos de socorro llegaron al parque Metropolitano para controlar el flagelo, pues había dificultades para sofocar las llamas en la copa de los árboles, indicó el capitán Henry Silva. El viento también arrastraba ramas encendidas que, incluso, quemaron la ropa de algunos periodistas que estaban en la emergencia.

Para operar con efectividad, las motobombas ingresaron al parque por el acceso norte, en el sector de Gualguitagua, pues la inclinación de las calles en el sector Bellavista dificultaba el ingreso de los vehículos de emergencia. El alcalde Augusto Barrera llegó cerca de las 15:30 al sitio del flagelo para prestar el contingente necesario.

51% de los bomberos desarrolla alergias por inhalar humo

El humo que emana de la quema de madera, plástico, caucho, combustibles y otros materiales es altamente tóxico y  no solo contamina el ambiente sino también el sistema respiratorio de quienes lo inhalan. Según el neumólogo Jaime Bonilla, las personas que respiran el humo de los incendios pueden desarrollar afecciones pulmonares (ver el gráfico), que se agravan mientras es mayor el tiempo de exposición a ese tóxico. 

El humo ingresa por las vías respiratorias, que se laceran con el calor y las sustancias tóxicas que absorven, lo que    causa problemas respiratorios. “Si la persona ha inhalado demasiado aire contaminado puede perder el conocimiento”, advirtió.

Añadió que los más expuestos a estos problemas son los bomberos; lo más recomendable es que laboren en jornadas cortas que no superen las 12 horas y siempre utilizando las medidas de protección necesarias, sobre todo, mascarillas. “La ventaja de los bomberos es que trabajan en turnos, por lo que al inhalar humo sus vías respiratorias descansarán y no sufrirán  daños”, indicó.

Las afectaciones graves se producen cuando una persona entra en contacto directo con el humo, sin mascarillas. Eso empieza con asfixia, ahogamiento y hasta lesiones bonquiales o del pulmón.

Además, el experto especificó que quienes tengan problemas respiratorios, como asma, rinitis e inconvenientes cardiovasculares, sufren mayor afectación a su salud cuando hay exposición al humo. Según la Fundación Europea de los Pulmones “el 51% de los bomberos tiende a desarrollar alergias, lo que puede ser explicado por la mayor exposición a contaminantes”.