El proyecto Chalpi Grande es una urgencia para los capitalinos

La actualización del Plan Maestro Integrado de Agua Potable y Alcantarillado, presentada en 2011, establece entre sus conclusiones la necesidad de aumentar la capacidad de captación de agua de Quito.

Según el documento, las fuentes a las que tiene acceso la capital contaban por aquellas fechas con un caudal aproximado de 9,4 metros cúbicos por segundo (m³/s) o su equivalente a 9.400 litros por segundo (l/s).

El estudio determina que “para el año 2020 estos caudales podrían reducirse a 8,1 m³/s (8.100 l/s) debido a la necesidad de mantener caudales ecológicos en los ríos y cumplir con la normativa ambiental ecuatoriana”.

En ese marco, el Plan actualizado considera que las fuentes de agua y las instalaciones existentes no serán suficientes para abastecer las demandas máximas diarias (QMD, por sus siglas en inglés) proyectadas de “10,9 m³/s en el año 2020 y 13 m³/s en 2040” (ver gráfico adjunto). A esto se suma la presión que sobre los niveles de abastecimiento y distribución del líquido de la ciudad ejerce el constante crecimiento poblacional.

En una entrevista concedida en marzo último, el subgerente de construcciones de la empresa municipal de agua potable, José Burbano, señalaba que los niveles  actuales de abastecimiento se encontraban ya en 8 m³/s. Según el funcionario, la urbe podría enfrentar racionamientos frecuentes de agua a partir de 2018.

Para evitar aquello, desde la creación del Plan a finales de la década de los ochenta, se previó una serie de obras.

Uno de los proyectos que debería ejecutarse en el futuro inmediato  es el denominado Chalpi Grande, parte del Plan Ríos Orientales (PRO).

Este consiste en la captación de agua de la cuenca del río del mismo nombre, ubicada en las estribaciones de la Cordillera Oriental, para incrementar el acceso de Quito a agua cruda.

En la planificación original se estimaba que con la ejecución de Chalpi otorgaría a la capital 0,985 m³/s (985 l/s) adicionales. No obstante, las previsiones de la actual Alcaldía son más optimistas al respecto.

El gerente de la entidad, Marco Antonio Cevallos, declaró al periódico municipal El Quiteño la semana pasada que Chalpi Grande proveería “2.200 litros de agua por segundo (2,2 m³/s) adicionales”.

Sobre el costo de la obra no existe total claridad. El periódico municipal señala, con base en las declaraciones de Cevallos, que el proyecto “fue pre-aprobado por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), que tiene una inversión de    $ 70 millones”.

Sin embargo, en una publicación colgada por la empresa municipal de agua potable en su página web se señala que “el presupuesto del proyecto a junio de 2015 es de $ 43,7 millones (Central Hidroeléctrica, Infraestructura para agua potable y SCADA —software de control—).

En tanto que un cuadro de desagregación de presupuestos de la obra colocado en la misma publicación virtual determina el costo total de construcción del proyecto en       $ 44,9 millones.

El dossier virtual tenía como objetivo captar del interés de eventuales interesados en invertir en el proyecto multipropósito (agua potable y energía eléctrica).

El ejecutivo local ofrecía 3 posibilidades de intervención al sector privado. El primero consistía en la construcción, operación y mantenimiento de la infraestructura; estos 2 últimos aspectos en referencia a la proyectad central de generación de 7,6 MW.

Otra opción era el financiamiento y la ejecución de obras y la tercera (destinada básicamente a entidades de crédito) planteaba la entrega de recursos para la ejecución del proyecto.

En todos los casos, la forma de reposición de los recursos al inversor provenían de la venta de la electricidad generada por la minihidroeléctrica.

En su primera fase, el agua cruda obtenida será llevada hasta los puntos de almacenamiento del sistema Papallacta y mediante bombeo trasladados hasta los sitios de distribución del líquido.

Dadas las condiciones y previsiones de abastecimiento, el proyecto fue calificado como de inversión prioritaria el 4 de febrero de 2015 por el ejecutivo capitalino.

Estaba previsto que el proyecto se licite durante los primeros 6 meses de este año. Así lo confirmó el subgerente de construcciones de la Empresa Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EMAPS-EP) a EL TELÉGRAFO en marzo. En el portal del Sistema Nacional de Contratación Pública (Sercop), sin embargo, no consta ningún proceso al respecto.

Según el cronograma, la construcción debería arrancar en la segunda mitad de 2016 y culminar en el año 2018. (I)