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Departamentos del plan IESS-El Ejido costarán hasta un 30% más

Departamentos del plan IESS-El Ejido costarán hasta un 30% más
02 de junio de 2012 - 00:00

Los interesados en el proyecto de vivienda IESS-El Ejido deberán acogerse al incremento del valor de los departamentos, que oscila entre el 10% y 30%, con la entrada en vigencia de una resolución tomada en enero de este año por el Fideicomiso Mercantil IESS-El Ejido. Mientras que la entrega de los inmuebles, prevista para septiembre próximo, se postergó para el último trimestre del 2014.

En julio del 2010, cuando se presentó y comercializó el proyecto, el valor por metro cuadrado fue de 640 dólares, en promedio. Sin embargo, la nueva resolución lo fija en 940 dólares, es decir, un 32% más de lo pactado en el primer acuerdo.  

La resolución  modificó sustancialmente el convenio de compra y venta que los potenciales compradores suscribieron a inicios del 2010, cuando el proyecto estaba aún en planos, por lo que varios de ellos se opusieron.

En el documento, avalado por la Empresa Metropolitana Hábitat y Vivienda, constaba el valor del inmueble, el monto de la reserva (correspondiente al 30% del costo total, a cubrirse en cuotas mensuales), el monto del crédito hipotecario que el interesado debía solicitar, la certificación de que el proyecto aplica al  bono de la vivienda (después suspendido para las viviendas que superan los 20 mil dólares) y la fecha de entrega del departamento.  

Para quienes conocieron que habría un incremento de precios, después de año y medio de reservar y aportar mensualmente en una cuenta del Banco Pichincha, la noticia causó malestar. Algunos desistieron de la compra  y  exigieron la devolución de sus aportes, sin constatar  la legalidad de la resolución.

Hasta noviembre del 2010, según los reportes de la Agencia Pública de Noticias del Municipio de Quito,  el 98% de los inmuebles estaba reservado y el espacio restante era el destinado a locales comerciales y parqueaderos, los cuales se ubicarían en la planta baja del proyecto.

02-06-12-quito-alcalde-barreraPero tras conocer el nuevo valor de los inmuebles, varios suspendieron el proceso. Para los compradores, que esperaron un año y medio para firmar la promesa de compra venta, con la cual se validaría el compromiso, la pregunta fue ¿qué pasó? El personal de la empresa Proyectar, encargada de notificar a cada uno de los interesados sobre el incremento, explicó que la cotización de los materiales de construcción se basó en los precios de venta al público del 2010, por lo que para el 2012, cuando empezaría la construcción, ya no eran sostenibles, según un estudio financiero llamado “punto de equilibrio”.

Reservación de departamento

Cuando salió a la venta el proyecto, en 2010, los interesados firmaron la reserva con 1.000 dólares, a lo que se adjuntó: el aval de una entidad financiera que garantice que el interesado era sujeto de crédito,  una copia de la cédula, el comprobante del depósito bancario y el acta de aportaciones mensuales durante dos años. Esos fondos cubrirían el 30% del valor del inmueble (como entrada) y el 70% restante se gestionaría con el Banco del IESS, cooperativas u otro banco.

El anuncio del incremento sorprendió a los interesados. Bertha Soria, quería uno de los departamentos, no superó los 10 mil dólares en aportes, una de las condiciones para aplicar la resolución, por lo que decidió retirar su dinero y cuestionó: “En otro proyecto no me habrían hecho perder tanto tiempo y no habrían usado mi dinero para recibir intereses”.

Carlos Carrillo también decidió salir del proyecto porque encontró anomalías y nunca recibió una respuesta cuando solicitó una copia de la promesa de compra-venta desde el 2010. También se decepcionó cuando la obra no arrancó  en las fechas indicadas y en las oficinas de Habitat y Vivienda, ubicadas en el Centro Histórico, no le dieron respuestas.

Por eso envió una carta de reclamo al Fideicomiso con una constancia de los depósitos realizados y le devolvieron su dinero. Similares denuncias fueron acogidas por Omar Serrano, representante de los afiliados en el IESS, quien realizó un reclamo público.

El funcionario recordó que el proyecto surgió con el propósito de mejorar las condiciones físicas y sociales de la parroquia Santa Prisca (centro de Quito) y dotar de vivienda a un sector de la población. Hasta marzo del 2012 el Fideicomiso recibió 4,3 millones de dólares como aporte de quienes reservaron, de los cuales, hasta el momento, se han devuelto 350 mil dólares por cancelaciones. 

Ana Jiménez, quien reservó la suite 519 de la manzana 4, reiteró que no estaba previsto un incremento y pese a que fue  puntual con los pagos (837 dólares mensuales), tendrá que sujetarse a las nuevas condiciones una vez que decidió seguir adelante con la compra.

Alberto Soto, quien reservó el departamento 702 de la Manzana 2, aún no decide si aceptará las nuevas condiciones de pago, pues su aspiración era pasarse a su vivienda propia este año y no en el 2014, como es la nueva disposición.

Programas de vivienda

Según la tabla de programas y proyectos iniciales 2010-2014 establecidos por el Municipio, a través de la Empresa Metropolitana Habitat y Vivienda, existen 4 proyectos en Quito: Ciudad Bicentenario, para familias de ingresos bajos (2.000 viviendas); Mena Dos, para la reubicación de familias asentadas en zonas de riesgo (6.000 viviendas programadas hasta el 2013); otro de mejoramiento habitacional para los barrios tradicionales (1.000 viviendas hasta el 2013); y el proyecto Fideicomiso IESS-El Ejido, para familias de ingresos medios (670 viviendas y 250 oficinas programadas), que según el cronograma presentado en el 2010 debían estar listas a fines de este año.

En el caso del proyecto IESS-El Ejido se estimó una inversión de 34,7 millones de dólares e ingresos por 39 millones de dólares. Las fuentes de financiamiento serían el Municipio de Quito, con 3,9 millones; 3,4 millones corresponderían al Bono de la Vivienda que otorga el Miduvi; 24 millones entregaría el IESS; y 3,5 millones del aporte realizado por los interesados.

En abril pasado, el Fideicomiso retomó la comercialización de los departamentos en la Feria de  Vivienda Mi Casa Clave, en la cual se ofertó los inmuebles desde 45 mil dólares. En el 2010 los mismos se promocionaron en una  feria semejante desde 32 mil dólares. Incluso, el díptico con el cual se promociona el proyecto es el mismo que se entregó en el 2010 y apenas se modificó la fecha de entrega de 2011-2013 con una cinta adhesiva que señala: 2011-2014.

Los promotores de Mi Casa Clave indicaron que el valor del metro cuadrado varía según el sector, en conjuntos con menos viviendas, residenciales y con servicios de última generación. En El Condado, por ejemplo, los costos van de  890 a 950 dólares; en Monteserrín, de 800 a 1.100 dólares; y en la Río Coca, de 900 a 1.300 dólares, montos  calculados en obra terminada. En planos el valor puede ser inferior.

En octubre del 2011, tres meses antes de fijar en 940 dólares el valor del metro cuadrado, el Instituto Nacional de Compras Públicas licitó la construcción en 337,32 dólares por metro. Según la Cámara de la Construcción, el costo no incluyó mano de obra, valor del terreno, movimiento de tierras y el pago de impuestos.

Costo social

Para el ex gerente de la empresa Municipal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Jorge Carvajal, el proyecto más allá de ser comercial tenía un fin social: regenerar el sector de Santa Prisca, en el centro de la ciudad.

Carvajal aseguró que el proyecto IESS-El Ejido se convirtió en un ícono del proceso de regeneración urbana. Y si bien estaba dirigido a la clase media -cuando se lo presentó en el 2010-, también aclaró que con un valor de 640 dólares  por metro cuadrado, eso ya generaba rentabilidad para el Municipio y el IESS.

“El objetivo del proyecto es eminentemente social, puesto que lo que buscaba era mejorar la calidad de vida de las personas del sector, mejorar la plusvalía y regenerar la zona  porque Santa Prisca se llenó de pequeños hoteles y  bares, haciéndolo inseguro, comercial y desordenado”, sostuvo.

El Telégrafo solicitó, hace más de un mes, mediante oficios y llamadas telefónicas, el acta de constitución del Fideicomiso, las actas de las reuniones de la Junta, la aprobación de los modelos de las actas de compra y venta, y la resolución del incremento. Sin embargo, la Junta no autorizó su entrega a través de la empresa Fondos Pichincha.

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