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El Telégrafo
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La mayoría de calles del barrio cucho hacienda es de tierra, solo la principal está adoquinada

15 mil habitantes exigen obras a Mauricio Rodas

Las calles del barrio Rancho San Antonio Alto, , son de tierra y cuando llueve son intransitables. Miguel Jiménez / El Telégrafo
Las calles del barrio Rancho San Antonio Alto, , son de tierra y cuando llueve son intransitables. Miguel Jiménez / El Telégrafo
19 de octubre de 2015 - 00:00 - Redacción Ciudadanía

Habitantes de 10 sectores, agrupados en el autodenominado Colectivo de Barrios del Noroccidente Quito, anunciaron este fin de semana que el 28 de octubre harán una marcha y toma simbólica de las instalaciones de la Administración Zonal La Delicia si las autoridades municipales no atienden sus pedidos.

Los dirigentes manifestaron que la medida es con el objetivo de protestar por la poca atención de las autoridades sobre requerimientos relacionados con adoquinado de calles, mejoramiento del transporte urbano y la legalización pendiente de 2 de los sectores: Mirador del Noroccidente y Cucho Hacienda.

Vicente Sarango, coordinador del colectivo, dijo que están dispuestos a deponer la medida si el alcalde Mauricio Rodas los escucha y accede “a establecer sesiones de trabajo en estos barrios y aplicar convenios participativos para ejecutar obras prioritarias”.

Ángel Gualán, presidente del Comité Pro Mejoras del Barrio Rancho San Antonio Alto, señaló que los vecinos del área y de las zonas aledañas han luchado por tener obras y servicios básicos durante 30 años.

Gualán indicó que en el caso de Rancho San Antonio Alto está pendiente el adoquinado de la mayoría de calles, que es común en los 10 asentamientos del colectivo.

Según el dirigente en su barrio la única vía que tiene capa de rodadura moderna es la calle principal San Antonio, que fue adoquinada en 2012 y sirve de ruta alterna y desfogue de la calle San Francisco de Rumihurco para los moradores de las urbanizaciones Colinas del Norte, Pisulí, La Roldós y San Enrique de Velasco. Esta conexión vial, de aproximadamente un kilómetro, desemboca en la vía a Nono.

Otra de las quejas tiene que ver con los montos que exige el Cabildo a los beneficiados con esa obra desde 2013, a los que se cobran valores que llegan hasta $ 11.000.

Para ilustrar lo dicho, Gualán muestra un listado de la administración zonal en la que consta, por ejemplo, que Miguel Camuendo Espinosa debe pagar $ 8.533 y Amparito Barahona Guzmán cancelar $ 11.000, por el mismo concepto.

El colectivo, a través de un comunicado, indicó que los valores asignados por la obra “son atentatorios a la economía popular de estos barrios”; y que, según sus cálculos, cada propietario no debería pagar más de $ 1.500.

Aseguraron que pese a los constantes pedidos para que se revisen los valores no han obtenido ninguna respuesta favorable.

También mencionaron que existe una lenta ejecución de los presupuestos participativos acordados y los montos asignados.

Gualán indicó que para la continuación del adoquinado de calles en esa zona se les asignó este año $ 92.000, que -a su juicio- “equivale a solo el costo de una calle”.

Sin embargo ni ese presupuesto se ha ejecutado y, según les dijeron funcionarios de la Administración La Delicia, les habrían asegurado que se realizará la obra este año. Eso pese a que el estudio realizado por el barrio determinó que la obra costaría $ 2,5 millones.

No obstante, la insuficiencia de recursos haría que no puedan cumplir con el plazo de 10 años para contar con los servicios básicos, que consta en la ordenanza dictada en 2008 por la que se declaró la regularización del sector.

Tras ello, los moradores tendrían que pagar una multa de 1x 10.000 % diarios por retrasos y sus predios continuarían hipotecados hasta que se cumpla con la cláusula, sin que puedan venderlos.

Otro de los reclamos de los habitantes de la zona es la deficiencia del transporte urbano. El área es atendida por unidades de la cooperativa San Carlos y por alimentadores municipales.

Sin embargo, el número de buses y las restricciones en los horarios de trabajo han generado agrupaciones de transportistas informales, que atienden desde el sector El Condado y cobran $ 0,50 el pasaje. (I)

Los trámites están detenidos

Malestar contra miembros de Regula tu barrio

El anuncio del recorte presupuestario que tendrá el Municipio de Quito en 2016 inquieta más a los habitantes de los barrios del noroccidente, como Mirador y Cucho Hacienda, que están en proceso de regularización.

“El año entrante se le quitará más al presupuesto a todos y el proyecto ‘Regula tu barrio’ no está exento. Entonces me pregunto con qué dinero van a legalizar los barrios. Además, las autoridades municipales son incompetentes , en lo que va del año de los $ 230 millones de presupuesto solo han ejecutado el 29%”, comentó con indignación Ángel Navarrete, representante del barrio Cucho Hacienda. Agregó que es lamentable que en pleno siglo XXI aún haya lugares donde las personas vivan en condiciones inhumanas.

“No es posible que se viva peor que animales”. Navarrete criticó la tarea de los funcionarios de ‘Regula tu barrio’. “Ellos de lo único que se encargan es de hacer negocios con los traficantes de tierras”, apuntó.

Similar criterio expresó Ángel Riera, líder del barrio Mirador del Noroccidente, quien condenó que las autoridades tomen de excusa la falta de legalización del barrio para no hacer obras. “Vamos a mantenernos en la lucha porque no estamos mendigando nada, solo exigimos lo que por derecho merecemos”, reiteró Riera.

Por su parte María Guazumba, habitante también del Mirador, se mostró indignada porque ve que “de la noche a la mañana llegan nuevos traficantes y enseguida acceden a servicios básicos. Y nosotros ya llevamos más de 20 años y no tenemos agua, ni luz”, renegó. (I)

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