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El Telégrafo
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El cabildo calcula en $ 30 millones el costo total del plan de mejoramiento

Quedan en carpeta 6 obras para repotenciar la Mariscal Sucre

La colocación de conos en algunos cruces de la importante arteria vial capitalina es una de las estrategias para ordenar la circulación. FOTO: MIGUEL JIMÉNEZ
La colocación de conos en algunos cruces de la importante arteria vial capitalina es una de las estrategias para ordenar la circulación. FOTO: MIGUEL JIMÉNEZ
30 de abril de 2014 - 00:00 - Redacción Quito

La avenida Mariscal Sucre, más conocida como Occidental, fue proyectada como una vía periférica de descongestión a fines de la década de los 60 e inicios de los 70.

Pero el desordenado crecimiento urbano y la falta de control la convirtieron en una vía rodeada de urbanizaciones.

A esto se suma el incremento del parque automotor quiteño, de hasta el 11% anual en la última década.

Por ello, actualmente circulan por allí unos 100 mil vehículos diarios, según el Municipio.

En ese marco, la administración saliente estableció como parte de su Plan Vial para el Distrito, la repotenciación de la arteria capitalina.

Este proyecto contempla la ejecución de 13 obras para las que se requieren unos $ 30 millones.

De esos trabajos, la Alcaldía ha culminado cinco, en tanto que 2 más están en ejecución y los 6 restantes quedan en carpeta.

Las obras ejecutadas son 3 distribuidores de tráfico (intercambiadores) construidos en El Condado ($ 6,2 millones), en la intersección de la Occidental con la autopista Manuel Córdova Galarza (a la Mitad del Mundo) y Diego Vásquez de Cepeda (hacia Carcelén); en el cruce de la avenida con la calle Machala ($ 1,7 millones) y en la conexión de la Mariscal Sucre con la av. Fernández Salvador ($ 6,2 millones).

También se amplió la calle Rumihurco, en el acceso a barrios como Rancho Bajo, Colinas del Norte y La Roldós ($ 1,6 millones). Y se realizaron reformas geométricas a la altura de la calle Legarda.

Mientras que se está ejecutando el nuevo acceso a Colinas del Norte desde la calle Machala y la repavimentación de la avenida.

Estos cambios han mejorado el flujo vehicular en la zona.

Así, una agente civil de tránsito aseguró que el tráfico prácticamente ha desaparecido en el redondel de El Condado. Según la uniformada, solo existen conflictos por la tarde y noche de los viernes o cuando llueve en la Capital.

Del mismo modo, el paso por la intersección entre la Mariscal Sucre y la Fernández Salvador es más ágil.

Pero este aumento de velocidad en la circulación ha transferido los problemas de tráfico más al sur y más al norte de ese sector, lo que se atribuye a la presencia de semáforos a la altura de La Pulida, El Pinar y la calle Legarda, respectivamente.

En las mañanas, cuando el peso del tránsito va de norte a sur, los conductores deben hacer por lo general dos paradas obligatorias: una entre el distribuidor de la Fernández Salvador y la calle César Villacrés (acceso a La Pulida) y otro antes del semáforo del barrio El Pinar. En días críticos, los automotores se acumulan desde San Carlos hasta el colegio Intisana, a lo largo de aproximadamente 8 kilómetros.

Desde el atardecer, cuando las personas retornan a sus casas, el tráfico se forma en los mismos puntos, pero en dirección contraria. Durante ese período del día, el señalador de tránsito ubicado en la subida a Santa Anita contribuye al problema. Por ello, en ocasiones, las filas de automotores inician en la calle Legarda y llegan hasta el sector del centro comercial El Bosque.

La respuesta a esta problemática sería la edificación de nuevas soluciones viales a la altura de La Pulida y de El Pinar, las que son parte del citado Plan Vial para la ciudad.

Mientras esto se concreta, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) ha implementado acciones a fin de reducir estos problemas.

La principal es el control de puntos de cruce y viraje, mediante la presencia de agentes de tránsito y la colocación de conos.

Así se evita, por ejemplo, que se formen 2 e incluso 3 filas de vehículos para girar en los semáforos de El Pinar, Legarda y en la intersección con la calle Figueroa. En este último punto, además, uniformados detienen momentáneamente en las noches la circulación que viene desde El Condado, para permitir el retorno de vehículos hacia el sur.

Estas medidas son bien vistas. Ángel Barba, quien vive en El Condado, asegura que “se nota cuando los agentes de tránsito no están en sus puestos”.

Los ciudadanos quiteños consultados piden concluir la potenciación de la Occidental, para que se facilite el tránsito por la avenida.

Esto significará la construcción de 5 intercambiadores más, incluidos 3 en el tramo sur de la avenida, y la extensión de la misma hasta más allá de La Ecuatoriana (sur).

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