El carnaval en la parroquia de Aloasí, cantón Mejía, se vive de manera diferente, pues luego de los desfiles y comparsas en honor a la fecha, la gente acude a una peculiar 'fiesta brava'. No se trata de un corrida de toros, sino de borregos. En el tentadero de Paúl Sambache se realizan varias corridas, el evento dura aproximadamente una hora.

Pechito, Simón y Pepito son los borregos que están entrenados para ser "toreados" , según su dueño, la preparación de los animales le lleva seis meses.

"Cada uno de los borregos está destinado a un público especial, por ejemplo, Simón que es el más bravo, es toreado por los varones, mientras que Pechito y Pepito son para niños y mujeres. Esta celebración nació hace un año, como una atracción familia y luego se convirtió en una fiesta popular",comentó Sambache.

La corrida está llena de adrenalina y no es necesario que los participantes tengan conocimientos previos para enfrentar a los animales, solo se requiere de observación y rapidez para evitar ser embestido. El evento es totalmente familiar, incluso los niños tienen la oportunidad de acercarse a los borregos y montar en ellos. (I)