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Entrevista a Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central del Ecuador, profesor adjunto de la Universidad Tufts, de Boston

Fernando Sempértegui: "Tenemos laboratorios de biología molecular para realizar pruebas"

Fernando Sempértegui: "Tenemos laboratorios de biología molecular para realizar pruebas"
11 de abril de 2020 - 00:00 - Carla Maldonado Directora Editorial

Tiene una larga trayectoria profesional, tres posdoctorados, uno de ellos en Biología Molecular y Microbiología por la Universidad de Boston. Ha recibido premios internacionales de la OMS, OPS, Universidad de Harvard, entre otros, por su trabajo.

Fernando Sempértegui, rector de la Universidad Central del Ecuador (UCE), conversó con este diario por teléfono sobre el coronavirus y los aportes de ese centro de estudios.

Usted es epidemiólogo, ¿cómo mira el control de virus?
Soy inmunólogo con formación en Medicina Social. Tuve experiencia en el Ministerio de Salud, con Plutarco Naranjo, y enfrentamos la epidemia de cólera. Estuvimos cerca del trabajo de epidemiólogos para contener el impacto. Fue una gran movilización social, el mensaje era hervir el agua y lavarse las manos, hubo numerosos infectados y muertos que lamentar. En Perú causó muchas muertes. Después del cólera esta epidemia no se compara con nada. El virus se transmite con tanta facilidad que los retos son enormes. Ese es el antecedente con relación a epidemias. 

El aislamiento social se extenderá, ¿es esa la mejor medida?
Hay voces que dicen que debe extenderse, y comparto esa opinión por una razón importante: abril es el mes de las gripes y de las influenzas estacionales. Tengo investigaciones sobre esto en niños y adultos mayores. Es un mes de alta preocupación. La sugerencia es que el aislamiento se prolongue hasta el 30 de abril para atenuar la transmisión, bajar el número de casos y así no abrumar la infraestructura de salud, que ya empieza a entrar en crisis por la demanda de casos. Es la herramienta más importante si queremos disminuir la transmisión en la siguiente semana y que las unidades de salud trabajen con menos riesgo. Los trabajadores de la salud están en la línea de fuego y muy expuestos, con alto riesgo de infección.  

Pero es difícil ese aislamiento en algunos sectores sociales.
Por supuesto, el aislamiento tiene impactos dferenciales. Hay sectores que pueden quedarse en casa con más facilidad, pero otros deben abastecerse y necesitan movilizarse. También están quienes viven el día a día con su precaria economía. Ellos necesitan un abastecimiento básico de alimentos y el Bono de Protección Familiar está bien, pero debe verificarse que llegue a los más afectados. Eso logrará que el mayor número de personas cumpla con el aislamiento social. Es la medida más importante para contener el virus.

¿Cómo mira el caso de Guayaquil?
Como epidemiólogo, tengo una propuesta: que los fallecidos en domicilios se consideren casos infectados por coronavirus, aunque no tengamos la demostración del laboratorio. Es un criterio epidemiológico, todo deceso que sea mínimamente compatible debe considerarse un infectado.

¿Qué efecto produce aquello?
Se puede tomar una medida estricta de la manzana y del sector donde ocurrió, y tener los focos distribuidos en el mapa de la ciudad. Así se sabrá dónde se concentran los fallecimientos. Limitar y restringir de manera severa la movilidad es una estrategia que debería tomarse de inmediato porque, como no tenemos diagnósticos moleculares, realmente se escapan muchísimos casos de infectados, algunos pueden estar levemente enfermos e, incluso, hay asintomáticos. En epidemiología se consideran marcadores de infección y pueden ser una guía para restringir la movilidad de manera más drástica y severa.

¿Cuáles son los aportes de la Universidad Central a la crisis?
Nuestro principal aporte está en los médicos de posgrado que se encuentran en los hospitales: 980 en 24 programas de especialidad de los hospitales en Quito. Y una buena parte de ellos está en las unidades de cuidados intensivos del covid-19, Neumología e Infectologia. Estos médicos, alumnos de posgrado, están en la línea de fuego trabajando con la entrega y el compromiso de acuerdo con la ética de la profesión y a la altura del juramento hipocrático. También tenemos a los internos rotativos, alumnos de los últimos años de la carrera de Medicina, son 800 en total. También de Enfermería, Ginecología, Obstetricia. Ellos no pueden estar en línea de atención directa a pacientes de coronavirus, pero son muy útiles en el hospital para atender a otros enfermos.

¿Qué le pareció que muchos médicos no hayan regresado a los hospitales?
Supongo que hay factores: las condiciones en las que trabajan, tantos enfermos implican alto riesgo y deben tener los trajes de bioseguridad, eso es indispensable. Los médicos no pueden estar expuestos, hay que considerar que sobre ellos pesa un estrés enorme, son seres humanos, con familias; y si no se sienten debidamente protegidos y seguros, tambalea su actitud.

La universidad también consiguió que médicos atiendan en el call center a las personas.
Reclutamos 127 médicos activos para el call center del Ministerio de Salud. Hicimos un llamado público y tuvimos una excelente respuesta. Atienden online las consultas telefónicas que son tan numerosas, trabajan 24 horas. Eso ha despejado las llamadas, para los que no tienen que ir al hospital es un alivio llamar al call center.

¿Qué otros aportes ha dado la Universidad Central?
Tenemos laboratorios especializados en biología molecular y genética. Estamos en condiciones de hacer los diagnósticos del coronavirus. Disponemos del PCR en tiempo real, expertos, y podemos procesar 250 pruebas por día. Después del aislamiento social, la segunda línea es hacer el mayor número de diagnósticos moleculares. Se han hecho 9.000, el problema es que en el mundo hay escasez de estos químicos. ¿Qué países lograron controlar mejor la epidemia? Corea y Alemania porque ambos hicieron miles de pruebas diarias y detectaron casos con síntomas y aislaron de inmediato al barrio y a la manzana. Los alemanes hacen 160 mil diagnósticos. Desde enero ya se habían preparado para eso y pusieron a operar a plantas industriales. Yo había sugerido que Ecuador busque el apoyo de Alemania. (I)

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