El primer encuentro con la prensa nacional e internacional del nuevo secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, se realizó ayer en las oficinas del organismo, ubicadas en el norte de la capital ecuatoriana.

El expresidente colombiano dijo que la región atraviesa por una “buena coyuntura”. Se refirió a que en los últimos 10 años Sudamérica ha logrado revertir el proceso de empobrecimiento que se vivió a finales del siglo pasado. Gracias a las nuevas políticas 70 millones de personas han salido de la pobreza. Hay una agenda social que identifica a los 12 países de Unasur, dijo. Con ello rescató el proceso de democratización que inició en 1980 y los logros políticos alcanzados a lo largo de este tiempo.  

Samper dijo que su plan de trabajo se enfocará en 3 ejes: social, económico y político.  

La desigualdad, en condiciones geográficas y sociales, es actualmente considerada uno de los problemas más graves que tiene el subcontinente. Insistió en que la nueva agenda de este organismo estará enfocada en la inclusión social.      

A pesar de que la región ha arrojado buenas cifras de crecimiento económico, dijo que falta avanzar en la competitividad y agregar valor. “No podemos seguir con unos modelos extractivistas de desarrollo simplemente sacando recursos naturales del subsuelo para venderlos”, insistió.

Por eso en el eje económico se impulsará la integración energética, la colectividad internacional, además del desarrollo de la ciencia y la tecnología.

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La gobernabilidad será parte de su plan de trabajo en el campo político. Contextualizó que todos los países en este momento están gobernados democráticamente pero reconoció que existen amenazas.

Entre las amenazas, que enfrenta todo el mundo, se incluye el narcotráfico, terrorismo, venta ilegal de armas y de órganos de seres humanos. Por ello considerará la propuesta de algunos fiscales, de varios países, entre ellos ecuatorianos, de crear un Tribunal Penal Regional para que se ocupe de delitos transnacionales.

Este organismo judicial será creado para sancionar estos delitos especiales. Las investigaciones las harían las fiscalías de cada país. La jurisdicción será regional porque este tipo de delitos empiezan en una nación y terminan en otra. Samper espera que el juzgamiento tenga un efecto sobre todos los países.   

Para esta agenda se incluye el tratamiento de la inseguridad ciudadana. Sudamérica tiene los índices más preocupantes en cuanto al número de homicidios por cada 100.000 habitantes, además de hurtos menores en el caso de celulares, violencia intrafamiliar, entre otros problemas.  

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó un estudio hace 9 meses en el que aseguró que 5 de cada 10 latinoamericanos perciben que la seguridad en su país se ha deteriorado. Muchos han dejado de salir de noche por la inseguridad y un 13% reportó haber sentido la necesidad de cambiar su residencia por temor a ser víctima del delito.         

El informe asegura que América Latina es la única región del mundo donde los homicidios se incrementaron entre 2000 y 2010. En ese lapso la tasa subió en 11 puntos.   

Samper señaló que estas 3 agendas estarán basadas en mantener a Sudamérica como una región de paz, en un mundo que sufre constantes conflictos étnicos, religiosos y fronterizos.

Recuperar el protagonismo político de Unasur es otro de los objetivos. Por ello quiere retomar los diálogos en Venezuela y crear un sistema financiero regional con los bancos del Sur, de los Brics y la Corporación Andina de Fomento.