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Especial coronavirus

“Por todos; nosotros por los demás y los demás por nosotros”

Roque Sevilla. Exalcalde de Quito, empresario
Roque Sevilla. Exalcalde de Quito, empresario
Foto: @lacamaradequito
09 de abril de 2020 - 00:00 - Carla Maldonado

Es una iniciativa de la sociedad civil. Se trata del Fondo Por Todos, que pide y administra recursos solidarios para contribuir con soluciones efectivas y oportunas en mitigar la pandemia del coronavirus. Está liderada por Roque Sevilla, empresario y exalcalde de Quito.

En una entrevista por escrito de este diario dijo: “Es un esfuerzo que hacemos empresarios y ciudadanos de Ecuador para hacer frente a la crisis brutal que afecta a los más pobres del país, como efecto del covid-19 que está asolando todo el planeta”.

¿Cuántas personas están al frente de este fondo solidario?
Somos un grupo de siete personas que estamos en el Comité Ejecutivo y este rato unas 10 personas más constituyen el directorio del Fondo Fiduciario que hemos creado. En total no somos más de 20 personas. Este Fondo está orientado a mitigar impactos de la crisis, cómo puede ayudar a los más necesitados, que se ven obligados a salir de sus casas, para conseguir dinero y comprar comida.

¿Cuánto han recogido hasta hoy?
Hasta el momento hemos recaudado $ 7’235.000. En este día hemos aprobado atender a 30.000 personas con una donación de
$ 500.000. Esta suma está canalizada por organizaciones de gran prestigio como CARE Internacional, por ejemplo.

¿Cómo asegurar el bienestar de todos en medio de la crisis económica y de la pandemia?
Uno de los objetivos es lograr, con solidaridad, que a las personas con una situación económica muy complicada, así como a las personas de la tercera edad, que son las más afectadas, se las proteja lo más posible. Es por ello que todos los proyectos que llevamos a cabo deben beneficiar la situación específica de ellos por encima del resto de la población.

¿Es necesario unir esfuerzos públicos y privados para ello?
Es momento de no distinguir entre las funciones públicas y privadas, o partidos políticos, o empresarios y trabajadores. Creo que todos estamos en el mismo bote en medio de una enorme crisis que no distingue entre clases ni grupos ni nada por el estilo. Por tanto, la colaboración entre lo que llamamos el sector público y el sector privado es algo absolutamente necesario y evidente. Afortunadamente, estamos haciendo, cada vez, una alianza sólida entre los funcionarios públicos y el grupo de personas que nos preocupamos por salir adelante y reducir la crisis.

¿Qué quiere decir con su iniciativa flexible, transparente y dinámica?
Flexible, en el sentido que se adapte a las circunstancias de lo que sucede en el día a día. Hemos constituido lo que llamamos “cuarto de situación” (situation room), un invento inglés de la Segunda Guerra Mundial. Es decir, el lugar donde nos reunimos todos los días para discutir qué es lo que ha sucedido en el transcurso del día y cómo ajustar nuestros esfuerzos de acuerdo a lo que esté sucediendo en ese momento. Cada día tenemos sorpresas y necesidades diferentes y necesitamos esa capacidad enorme de adaptación.

¿Qué importancia tiene la transparencia en el manejo de los recursos donados para ayudar a las víctimas del covid-19?
Respecto a la transparencia, es absolutamente necesario un fondo que reciba el dinero de buena voluntad de los ciudadanos. Tiene que ser un fondo honesto y transparente. Por eso, primero estamos con una fiducia, una entidad que administra los fondos que pueden ser utilizados solo para el objetivo trazado y nada más.

Pero, además, tiene auditoría de una de las compañías de auditoría externa más conocida en el mundo, como es la PriceWaterhouse. A eso hemos sumado varias cosas más. Por ejemplo, tener un gobierno transparente con normas que se deben aplicar de acuerdo con las directrices de las Naciones Unidas cuando hay crisis humanitaria y que atiende a los principios.

¿Usted cree que se ha politizado la ayuda solidaria?
Esto no es un movimiento político, es un movimiento ciudadano para los ciudadanos. No tenemos un objetivo regional, sino que en donde se necesite la ayuda, allá va. Hoy hemos aprobado ayudas para Guayaquil, para la zona periférica de Quito, para las provincias del centro de la Sierra y las provincias del norte del Oriente, de tal manera que no haya diferencia alguna. Todas las regiones son importantes y hace poco hicimos una donación para las islas Galápagos.

¿Cómo ve usted la ayuda ciudadana para la pandemia?
Yo más bien la veo como una situación absolutamente humanitaria de personas preocupadas por otros seres humanos que la están pasando muy mal. Y esa situación es imposible que no hiera el corazón de quienes tenemos la conciencia solidaria y que necesariamente demanda el esfuerzo de todos para todos. Es por eso que nuestro eslogan es “Por todos”. Eso es lo que buscamos: ayudar; nosotros por los demás y los demás por nosotros.

¿Puede explicar los destinos de los fondos y como será la distribución?
Los destinos fundamentalmente son: Primero, atender las necesidades de las personas que, por estar encerradas, sin trabajo y sin ingresos, no tienen alimentos. Así que lo primero que hacemos es invertir $ 500.000 para 30.000 familias. Ellas tendrán el recurso necesario para sobrevivir hasta el próximo mes.

El segundo es dotar de equipamiento adecuado a quienes están en la primera línea en el combate del virus: los médicos, las enfermeras, los ayudantes en los hospitales, los policías, las ambulancias y los recolectores de basura. Todos ellos requieren equipamiento y nosotros lo estamos adquiriendo para entregarles.

Y en tercer lugar es el tema de las pruebas, tanto de las rápidas como las pruebas PSR para poder ir identificando el grupo humano que naturalmente ha ido saliendo de la pandemia. Y ya en este rato están naturalmente vacunados y son los primeros que pueden volver al trabajo, y esto es fundamental para que se pueda mover la economía del país.

¿Qué piensa sobre el manejo de la crisis sanitaria?
Fue algo súbito, algo absolutamente inesperado, la demostración de eso es que, tal vez con la excepción de Corea del Sur, todos los otros países y todas las regiones del mundo se han visto sorprendidos por la magnitud de la infección, la velocidad del recorrido del virus y los efectos mortales que tiene.

Por lo tanto, atender a un evento de estas características es tratar de apagar fuegos constantemente con sorpresas de no haber planificado una cosa de estas porque nunca se creyó, ni se supo que algo como esto podía suceder. En el pasado hubo uno que otro científico o experto que avisaba del peligro, pero en esta ocasión nadie le dio importancia y este virus nos pescó de manera súbita y lo único que queda es la improvisación.

Usted es empresario turístico. ¿Qué pasa ahora con este sector?
El sector turístico, creo, es uno de los más afectados por esta crisis. A partir del 15 de marzo, en Ecuador prácticamente se cerró todo el sector turístico. Esta actividad quedó en cero y los ingresos de la industria son también cero y es algo muy grave.

¿Cómo puede salir adelante ese sector?
Creo que solo con el apoyo decidido de las autoridades consiguiendo fondos en el exterior que permitan que sobreviva durante el tiempo de paralización. Además, creo que va a ser mayor que el tiempo de paralización de las otras industrias porque hasta que las regiones donde se originan los turistas estén ya estables, no habrá flujo alguno de turistas.

Por ejemplo, de Estados Unidos no podremos esperar flujo de visitantes hasta que ellos pasen la pandemia y, como sabemos, ese país comenzó casi dos semanas después que Ecuador.

Eso será hasta al menos julio o agosto, meses en los cuales prácticamente no tendremos flujo de pasajeros. Por esto el sector necesita un apoyo muy importante de carácter financiero para que las empresas mantengan a todo su personal y, cuando termine la pandemia, puedan salir rápidamente a aportar para el crecimiento económico del país.

El expresidente propuso que se forme un gobierno de unidad y que renuncie el presidente (Lenín) Moreno y el Vicepresidente. ¿Eso puede leerse como un mensaje desestabilizador de la democracia?
Yo no contesto planteamientos que hace un reo de la justicia. El martes ha sido condenado a ocho años de prisión y, por tanto, la opinión de ese señor me tiene sin cuidado y me opongo a hacer algún comentario a palabras necias. (I)

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