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Pilar Bustos, Fernando Tinajero y Luis Cumbal fueron los galardonados

“Querido Duende (Espejo), somos hijos de tus palabras”

De izquierda a derecha. Fernando Tinajero, María del Pilar Bustos y Luis Cumbal fueron premiados.
De izquierda a derecha. Fernando Tinajero, María del Pilar Bustos y Luis Cumbal fueron premiados.
10 de agosto de 2015 - 00:00 - Redacción Política

El Gobierno entregó ayer los Premios Eugenio Espejo. En la categoría de artes se galardonó a la pintora Pilar Bustos; en letras el reconocimiento fue para Fernando Tinajero y en la categoría Ciencias se entregó la medalla a Luis Cumbal.

La ceremonia se realizó en la Palacio de Carondelet, en el salón Amarillo, ante las autoridades y familiares de los laureados. A todos se les colocó una medalla, luego de que el presidente Rafael Correa firmara el decreto que concede el premio, que va acompañado de un estipendio económico.

Bustos habló en nombre de los galardonados. Ella destacó la trayectoria y trabajo de cada uno de ellos. “Nos queda el agradecimiento y el compromiso de levantar un país de diálogo y equidad”, señaló la artista.

El ministro de Cultura, Guillaume Long, también hizo un repaso por la hoja de vida de los 3 premiados, pero luego de ello reconoció todo lo que aún falta por hacer en su campo.

De lo primero que habló fue de la necesidad de una Ley de Cultura, que lleva postergada en la Asamblea Nacional por años. Para el funcionario, hace falta una norma que “ordene el sector, acabe con el solapamiento de funciones de instituciones que deben ser eficientes y modernas, que establezca reglas claras y recursos importantes para el fomento de las artes y creatividad”.

Por eso, el Ministro reafirmó el compromiso de trabajar con la Asamblea para sacar adelante la ley, además de fortalecer el sistema nacional de cultura.

Otro pendiente, señaló, es el “despertar la sensibilidad artística en todos los niveles se educación básica y bachillerato. En las escuelas se encuentran los futuros ganadores del Eugenio Espejo. Todo ello servirá para hacer valer los derechos culturales que se encuentran reconocidos en la Constitución”.

La formación de públicos

Un país puede tener las mejores exposiciones, obras de teatro, películas o conciertos, pero sin públicos, estos no sirven de nada. Eso fue lo que reconoció Long y de allí la necesidad de formar a las personas para que consuman estos productos. “La Revolución Cultural pasa por la formación de públicos”.

Sobre los artistas aseguró que “hay que reformar el sistema de profesionalización artística fortaleciendo los conservatorios, el bachillerato artístico, las facultades de arte. Debemos seguir trabajando para acabar con la marginación del artista con un reconocimiento de trayectorias artísticas, aupando el acceso a la seguridad social”.

Long quiere que los artistas y gestores culturales recobren la confianza en el Estado, que no se automarginen porque “como trabajadores de la cultura son un pilar fundamental del contrato social republicano”.

El Ministro reiteró que para el Gobierno, la cultura no es un aspecto decorativo, sino fundamental. “No creemos en el arte oficial”, insistió. En este punto criticó la lógica homogeneizante del mercado y rebatió el falso dilema entre este frente al Estado.

El funcionario recordó que antes se decía que en el socialismo todo es gris e igual, pero esto también ocurre con las lógicas comerciales, que dejan de lado la diversidad; “las mismas narrativas en desmedro de lo diferente”.

Realce de la figura de Espejo

La mayor distinción que confiere el Gobierno ecuatoriano lleva el nombre del prócer quiteño: Eugenio Espejo. Por eso, el presidente Rafael Correa, durante su intervención, se dedicó a ensalzar la figura de este médico, abogado y periodista que vivió en la época colonial.

“Alquimista del pensamiento libertario del Ecuador, exponente máximo de la ilustración americana. Le decían ‘duende’ por estar en todos lados develando verdades y no ser visto, por ver la luz de la verdad en medio de la noche, por anunciar el advenimiento de la aurora. Él unió su destino al de los desposeídos, sus estudios de Medicina y Derecho siempre estuvieron al servicio de los desposeídos. Tu vida marcada por el mestizaje es herencia de orgullo”, exclamo el Primer Mandatario.

Correa aseguró que Espejo representa la primera voz del pensamiento ecuatoriano, la identidad nacida en el alma de un pueblo humillado que reclamaba derechos en una sociedad de castas en la que unos eran más que otros solo por el color de piel. “Así nació una parte del pensamiento ecuatoriano, clamando por una República en donde todos podamos ser iguales, una Patria sin castas. Él fue el precursor de nuestra identidad”, insistió el gobernante.

Long también realzó la figura de Espejo en su discurso. Recordó que nació en el siglo de las luces y que sus palabras carcomieron el viejo sistema colonial. “Influyó en hombres que buscaban la libertad”, expresó.

La historia recoge a Espejo como uno de los precursores del Estado ecuatoriano. Su pensamiento influyó en los próceres que el 10 de Agosto de 1809 proclamaron el Primer Grito de la Independencia. (I)

Rafael Correa reitera apoyo a Yachay

Los premios Eugenio Espejo también reconocen a la ciencia y a la investigación. Por eso, en su discurso, el presidente Rafael Correa defendió a la Universidad Yachay, que en los últimos días ha recibido el ataque de la oposición.

El Primer Mandatario cuestionó la “actitud irresponsable del exrector porque puso ese sueño en bandeja de plata a los mediocres”.

El gobernante se refería a las declaraciones del exrector de Yachay, Fernando Albericio, que cuestionó los sueldos y auditorías que se habían realizado en el campus ubicado en Urcuquí, en la provincia de Imbabura.

“Todo nuestro apoyo a Yachay, a sus directivos, funcionarios profesores y estudiantes”, reiteró Correa, quien achacó las críticas a periodistas que buscan justificar su odio y ven corrupción en todas partes.

El Mandatario explicó que el problema de fondo en Yachay radica en la diferente visión de la universidad que se pretende construir. Por un lado están ”aquellos que quieren el modelo de universidad ecuatoriana, no importa que no alcancen las uvas y me convenzo que las que tengo no son amargas; y aquellos que no ponemos límites, que queremos una de las mejores universidades del mundo. Eso no significa corrupción”, insistió. Aseguró que el exrector nunca habló de corrupción pero le echó de igual manera la culpa del escándalo porque sabía que sus declaraciones iban a causar problemas. (I)

Datos

Durante su discurso, Guillaume Long, ministro de Cultura, recordó que los premios Eugenio Espejo han tenido etapas. La primera fue en su arranque en 1975 que galardonó a los escritores y diplomáticos como Demetrio Aguilera Malta.

Luego, en los 80, se diversifica, y en los años recientes lo hace aún más para premiar a todas las corrientes artísticas.

De su lado, el presidente Rafael Correa recordó que Jorge Enrique Adoum se negó a recibir el premio otorgado por el gobierno de León Febres Cordero, por considerarlo represor.

Fue instituido el 16 de agosto de 1975, durante el régimen del general Guillermo Rodríguez Lara, quien dictó al respecto los decretos número 677 y 699.

Ese día se celebra el Día Nacional de la Cultura en Ecuador, que a su vez conmemora la fundación de la Casa de la Cultura.

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