Han pasado 10 años de la rebelión ‘forajida’, pero Lucio Gutiérrez dice que no hubo tal movimiento social que lo sacó del poder, sino que fue un golpe militar: ¿Qué opinión le merece?

Ya eso es un problema de memoria. Aquí el que hizo el golpe militar fue el mismo Lucio (contra Jamil Mahuad), con ayuda del movimiento indígena y por eso el movimiento indígena quedó muy golpeado después al punto que durante la gran movilización de los ‘forajidos’ tuvo casi ninguna relevancia, casi no estuvo en las calles. Yo creo que eso es producto de las mismas prácticas políticas de siempre de querer manipular la historia a su conveniencia.       

Pero 10 años después, ¿cómo explicar que Pachakutik (PK), que subió al poder a Lucio Gutiérrez, ahora se lo vea transando con el exbanquero Guillermo Lasso?

Parecería que Pachakutik y el Movimiento Popular Democrático (MPD), que fueron parte de la partidocracia, al creer que se autodefinían como de izquierda, no caían en este hastío generalizado frente a la partidocracia. Pero, sean de izquierda, derecha o como se quieran llamar, siempre estuvieron transando desde el Congreso en esa forma de hacer política que a la gente le parecía ilegítima. Me parece increíble que no hayan aprendido ningún tipo de lección después de lo que les ocurrió con el pacto con Lucio y de cómo perdieron total poder y por ello el MPD, por ejemplo, ya ni siquiera existe. Y está bien que hayan perdido poder durante este Gobierno porque alguien tenía que combatir el sentido corporativo que se le había dado a todas las instituciones del Estado, especialmente la educación en el caso del MPD con la Unión Nacional de Educadores (UNE).

Entonces, yo creo que algunos no fueron capaces de aprender las lecciones que les dejó el abril ‘forajido’, porque a mí hasta ahora me sorprende que Pachakutik después de lo afectados que quedaron por transar con Lucio se reúnan en este momento a hablar con Lasso y Gilmar Gutiérrez. Eso, en mi opinión, es un suicidio político y por eso cada vez pierden más legitimidad, lo cual es trágico. Y pensemos que Pachakutik y MPD son también parte de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas. Entonces, qué legitimidad le queda a esta Coordinadora que pretende aglutinar la oposición de izquierda al Gobierno actual, qué legitimidad le va a quedar si un partido que es parte de ellos (PK) habla directa y descaradamente con un banquero y con Gilmar Gutiérrez. Eso demuestra que no hay organización dentro de los intentos de la izquierda que está fuera del Gobierno por articular.

¿Por eso es bueno recuperar la memoria social 10 años después?

Sí, pero a mí, de todas maneras, no me importa tanto lo que hacen PK y MPD, no creo que sean relevantes.

¿Qué es entonces lo relevante?

Lo relevante es interpelar directamente a Alianza PAIS, porque al final de cuentas Pachakutik y MPD no tienen relevancia y la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas tampoco adquirió fuerza. En cambio, la única fuerza de izquierda o progresista que todavía nos queda y que pareciera que la podemos perder sería justamente Alianza PAIS.

A Alianza PAIS hay recordarle  que nació del conflicto y que ellos tienen la responsabilidad de reconocer el conflicto como algo positivo para la democracia y para que la sociedad vaya definiendo hacia dónde quiere ir. Los ecuatorianos no dejaron de pensar en demandas sociales en el momento en que se acabó la Constituyente, sino que van a surgir nuevas demandas y el Gobierno tiene que buscar una forma de poder articularlas, sea alrededor del aborto, mayores niveles de participación y otros temas... (I)