El presupuesto del Municipio de Guayaquil para 2016 ascendería a $ 707’200.000. El anteproyecto fue aprobado el jueves durante una sesión del Concejo Cantonal.

La información entregada (ver gráfico) es general y escueta, pues no se desglosan con exactitud los gastos a realizarse en obras, para el área urbana o rural. En esta última, donde viven 72.224 habitantes, es a donde menos llega la mano del Cabildo.

Por ejemplo, en la parroquia rural de Pascuales, que tiene cerca de 122 años de existencia, aún no tienen el sistema de alcantarillado. El monto tampoco señala la inversión en materia de publicidad o recursos para las fundaciones.

Solo señala que $ 602’265.000 se destinan para cubrir obras públicas, proyectos sociales y servicio a la comunidad. Además $ 104’934.999 son para los gastos laborales (alrededor de 4 mil empleados) y operativos.

Jorge Norero, exalcalde de Guayaquil (1985-1986), cree que es hora de transparentar los fondos que maneja el ayuntamiento porteño. Hizo un llamado a los ediles para que pidan el detalle al titular del Cabildo, Jaime Nebot, de dónde y cuánto se va a gastar.

“El Concejo no debe darle luz verde al burgomaestre para que decida qué obra emprender. Eso tiene que especificarse rubro a rubro y parroquia a parroquia”, expresó.

Ante la inminente disminución de ingresos a las arcas del ayuntamiento por la caída en el precio del crudo, considera que urge priorizar el gasto. Así, por ejemplo, cita el caso del Mercado Mayorista y el Camal Municipal.

En el primero, sostuvo, no hay un sistema que garantice la conservación de los productos, y el otro no presta garantías de higiene.

Estima que debe desterrarse el criterio de que no se dota de agua a Monte Sinaí (al noroeste de la ciudad), por estar fuera del perímetro urbano. “No estamos en una época de bonanza como para despilfarrar $ 3,2 millones en monumentos”, sentenció.

Norero observa que el Municipio porteño no va a quedarse desfinanciado, pues las altas multas que implementó la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), paliarían en algo el dinero que dejaría de recibir desde el Estado central.

La concejal por el Movimiento PAIS, Lídice Aldás, también cuestiona que en el presupuesto no se cite los dineros destinados para las fundaciones.

“No se lo contempla como personal de la institución, pero se lo paga con los fondos de la entidad”, enfatizó.
La edil dijo desconocer cuánto se ha gastado del monto correspondiente a 2015.

“Para nuestro bloque la prioridad es cumplir con las necesidades básicas insatisfechas. Lo primero que se debe trabajar es en alcantarillado, agua potable y la regularización de tierras”, manifestó.

En una reunión con el Alcalde Nebot le plantearon duplicar el monto de inversión para alcantarillado y que pase de $ 30 millones a $ 60 millones.

“La situación en los barrios populares es la misma. Se necesita de un sistema que responda a las necesidades de la urbe. En Pascuales la calidad del agua no es buena. En San Francisco (cerca de la Penitenciaría) no tienen el líquido ni se ha regularizado a las familias”, acotó.

Ella propone que los $ 150 millones “guardados” por el Cabildo para la construcción del nuevo aeropuerto en el sector de Daular, deberían invertirse para atender las necesidades de miles de familias.

“Esa inversión o depósitos ¿dónde están?, ¿quién los tiene? y ¿cuánto generan para el Municipio?”, se pregunta el exalcalde Norero. (I)