Medio ambiente, cooperación y economía copan la Declaración de Bruselas
Al cierre de la II Cumbre Celac-UE se suscribió la Declaración de Bruselas que recoge todas las observaciones y consensos a los que se llegaron en dos días de negociaciones entre los bloques.
El documento final consta de 77 artículos. En la primera parte se hace una relación sobre el estado de la integración birregional y el progreso del proceso iniciado entre la Celac y la UE en todos los aspectos que conforman est evínculo. Así, el texto inicia con una referencia a los valores compartidos y al compromiso de ambas regiones de respetar los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas; se aborda también la necesidad de reformar el sistema multilateral para conseguir una mejor gobernanza global en base al respeto de las normas del Derecho Internacional Ambos bloques reafirman su compromiso hacia una reforma integral de Naciones Unidas, en especial del Consejo Económico Social de la ONU, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.
También se hace énfasis en la promoción y protección de los Derechos Humanos, la lucha conjunta contra la intolerancia y la discriminación, el combate a la impunidad frente a los crímenes de lesa humanidad, y se invita a aquellos Estados que no han suscrito el Estatuto de Roma para que lo hagan con el propósito de que sean Partes de la Corte Penal Internacional.
Los países miembros, además, hacen un llamado a la necesidad de colaboración en el combate del crimen transnacional organizado, se refuerza la concepción sobre seguridad ciudadana, área en la cual se ampliará la cooperación, como derecho de las sociedades, y se condena la trata de personas y el tráfico de migrantes.
La Dclaración de Bruselas hace una serie de llamados en relación al proceso de paz en Colombia, y la normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos y el fin del embargo, así como a una serie de negociaciones de acuerdos en materia comercial, de visas y de índole política entre la UE y varios países de la región.
En lo económico, hay un llamado mediante acciones concretas para la erradicación de la pobreza y para alcanzar el desarrollo sustentable en sus 3 dimensiones: económica, social y ambiental. Esto incluye trabajar por el crecimiento económico mediante un incremento de las relaciones comerciales y de la inversión, con el propósito de promover la generación de empleo decente, especialmente para grupos vulnerables.
También se plantea una nueva infraestructura financiera internacional y regulaciones financieras internacionales, procesos soberanos de reestructuración de deuda, la erradicación de la pobreza, mejoramiento y protección ambiental, e incremento de la competitividad mediante el mejoramiento de la calidad de la educación. Además hay una referencia a adoptar una agenda de desarrollo post-2015 ambiciosa y transformadora, y al compromiso de los países desarrollados de dedicar, en la medida de lo posible, el 0,7% del PIB para la Asistencia Oficial para el Desarrollo.
Se brinda gran preocupación al cambio climático y se resalta la importancia de la cooperación, basada en los intereses mutuos, sin condiciones, solidaria, voluntaria y dentro de una agenda de desarrollo inclusiva, y en todas sus formas: norte-sur; triangular y horizontal. Se detalla la ayuda especial que requieren ciertos Estados, por ejemplo Haití, por particularidades y vulnerabilidades específicas de cada uno. Un punto importante es la aprobación del Plan Multianual de Cooperación de la UE para América Latina 2014-2020.
