La palabra que más repite es empoderamiento. Es el eje de lo que será su gestión. Así lo reitera Yolanda González, la nueva presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).

No lleva ni una semana en el cargo, pero su despacho es un hervidero de personas que entran y salen. Está evaluando al personal, conociendo al resto de consejeros y perfilando lo que será su administración.

¿Qué la llevó a presentarse al concurso para formar parte del CPCCS?

Como ciudadana me interesé en participar en este proceso ya que toda mi vida he estado ligada a los procesos de participación ciudadana y también soy consciente de que es uno de los mecanismos donde los ecuatorianos podemos incidir en las políticas públicas.

¿Cuál es el compromiso que adquirió al llegar a la presidencia del Consejo?

Siendo el CPCCS el organismo encargado de promover la participación ciudadana, uno de los  principales objetivos es empoderar a la institución y, también, a la ciudadanía en todos estos instrumentos de participación ciudadana.

Esa es una de las funciones del CPCCS y la anterior administración trabajó en eso, pero ¿qué considera que hace falta?

El empoderamiento ciudadano, que el ciudadano conozca la institución. Por eso uno de los objetivos principales es posicionar a la entidad para poder empoderar a la ciudadanía en estas herramientas y mecanismos de participación.

En su experiencia con los movimientos sociales, ¿conocen ellos la institución y las herramientas que tienen?

Lo pongo en dos líneas. Una es que los ciudadanos también debemos apropiarnos de la Constitución, de las herramientas constitucionales y legales establecidas en el artículo 95, donde están los principios de participación ciudadana y conocerlos, porque lo que no conocemos no podemos defender, ni hacerlo propio. Y dos es que a nivel institucional sí necesitamos darle más énfasis en socializar con la ciudadanía, en los territorios, hasta el último rincón del país para que conozcan, se empoderen. Promover esos mecanismos en la ciudadanía y esta, una vez empoderada, usar su poder para erradicar y prevenir la corrupción. Pensamos desplegar una campaña de socialización y de prevención para no llegar a castigar a nadie.

¿Qué puede hacer el Consejo para combatir la corrupción?

Lo que le decía: empoderar a la ciudadanía de estos mecanismos como veedurías ciudadanas, silla vacía, consejos barriales, para de manera organizada y apegados a las leyes, promover. Nosotros promovemos y ellos se empoderan. La ciudadanía tendrá que usar su poder una vez que ya estén encaminados por este Consejo y comenzar a actuar como tal.

Dos exconsejeros dijeron alguna vez que faltaban recursos para combatir la corrupción. ¿Tiene usted esa opinión?

Estamos en nuestra primera semana, en un proceso de transición y si identificamos esto haremos las gestiones pertinentes para que haya los recursos para cumplir con nuestras funciones.

¿Cómo marcha la transición?

Amigable, cordial. Estamos recibiendo toda la información que necesitamos para poder arrancar con nuestra gestión.

Hay cargos de libre remoción que saldrán, pero que son importantes, como por ejemplo la secretaría técnica contra la corrupción, ¿esos cargos cuándo se llenarán?

Lo primero que he hecho al llegar a este cargo es asegurar la gobernanza dentro de la institución, la tranquilidad de todos los funcionarios para ir revisando sus capacidades y potencial, para que vayan sumándose al cumplimiento de los objetivos. En cuanto a los otros cargos, entiendo que la mayoría  puso su renuncia, algunas fueron aceptadas, otras puestas en consideración.

¿Cómo logró el apoyo de todos los consejeros?

Cuando uno comparte espacio con otras personas no es coincidencia, es porque compartimos ideales. Todos vieron en quien le habla que estoy para cumplir una meta y en mi presentación del plan de trabajo les llevó a decidir que yo era la que podía representarlos de mejor manera.

¿Cómo responde a las críticas de sectores políticos de que no será imparcial?

Como he respondido hasta ahora. El haber estado ligada a una función de Gobierno o haber, ideológicamente, compartido un proyecto político no quita mis derechos ciudadanos, ni tampoco me liga a que deba actuar a favor de un gobierno de turno.

Otra de las facultades del CPCCS es la designación de autoridades, ¿cómo reforzar los concursos para que sean más transparentes y evitar las denuncias de actores políticos?

Es que siempre las críticas vienen de sectores que han estado acostumbrados a nombrar a dedo, a los amigos, a los de su camada, pero ahora se hace un proceso transparente. Por eso ahora las comisiones están conformadas por ciudadanos representantes de las organizaciones. Nuestro rol como Consejo no es nombrarlos, sino facilitar el proceso para que los ciudadanos nombren a los funcionarios.

¿Cómo quisiera entregar el CPCCS al final de su período?

Más que al Consejo es dejar a una ciudadanía completamente convencida de sus derechos y de su poder para incidir en la política pública, en el combate frontal a la corrupción y que vean al CPCCS como un instrumento para que sus derechos sean aterrizados de manera efectiva.

¿Considera necesaria una reforma legal para cumplir ese objetivo?

Entraremos en un debate de la ley actual y luego de un análisis veremos si hay la necesidad de reformar las leyes. Si hay que hacerlo, lo vamos a hacer. Está en agenda una revisión permanente porque las leyes tienen que ir acordes a las transformaciones del tiempo y las necesidades ciudadanas. (I)