El escritor Jaime Galarza Zavala y el periodista Francisco Herrera Arauz presentaron esta noche en la Cancillería, en Quito, el libro La CIA contra América Latina. Caso especial: Ecuador, que recoge las entrevistas que ambos realizaron en 1977 y 2006, respectivamente, al extécnico de la CIA, Philip Agee.

En el encuentro, también, se presentó oficialmente el libro La esclavitud de la América Latina, de José Peralta. En el lanzamiento estuvieron herederos del excanciller en el gobierno de Eloy Alfaro. Este texto reeditado fue escrito en 1927 por el asesor de la política exterior del país, y según el canciller Ricardo Patiño, revela la vinculación de EE.UU. en América Latina y sobre todo en el Ecuador.

Sobre el libro, La CIA contra América Latina. Caso especial: Ecuador, Zavala señaló que describe los tentáculos de la CIA, a través de los altos funcionarios del Gobierno. Philip Agee trabajó en Ecuador entre 1960 y 1960, en donde compró la consciencia de un sinnúmero de personajes notables del gobierno, así como periodistas, lideres de movimientos políticos, oficiales, dirigentes sindicales, entre otros, a cambio de conocer los procesos que se gestaban en el Ecuador.

Galarza Zavala recordó que la CIA buscaba que Ecuador rompiera toda clase de relaciones diplomáticas con Cuba por ello investigaron a los gobiernos de Carlos Julio Arosemena y Velasco Ibarra. Galarza fue entrevistador y una de las víctimas de Agee, pues en aquellos momentos era integrantes de la Unión Revolucionaria de Juventudes, que perseguía la CIA.

El actual asesor de la Cancillería manifestó que en la lista de informantes figuraron 200 altos funcionarios, entre ellos Reinaldo Varea Donoso, quien fue senador y presidente del Congreso y cobraba $800 a la CIA. "Gente que por un salario era capaz de vender a su patria (...) agentes del Imperio", señaló.

El periodista Francisco Herrera Arauz, quien le realizó una entrevista a Agee en 2006, señaló con fuerza que el extécnico de la CIA no debe ser recordado como un héroe. "Agee murió en la impunidad. No es un santo y tampoco debe ser recordado como un héroe, debía ser juzgado, pero nunca volvió a pesar de tener un hijo ecuatoriano", recordó, quien le realizó la última entrevista.

El comunicador recordó que los delitos de lesahumanidad y lesapatria nunca preescriben. Manifestó que la CIA violó todas las comunicaciones y correspondencia de los ecuatorianos. Por ello cuestionó el por qué el Ecuador no ha reclamado por su injerencia en la política exterior. "No podemos vivir sin dignidad", dijo.

Herrera Arauz recordó como la organización trabajó con representantes de los medios de comunicación y a través de centrales sindicales como la actual CEOSL. Calificó a la injerencia norteamericana como un acto de "destrucción de la democracia, no debe ser recordada como un capítulo dino". Por ello, señaló que la organización buscó desarticular cualquier crecimiento de la izquierda. "Perseguir a la gente que era comunista y pensaba diferente". Acotó que la intervención dejó 120 víctimas directas.

Señaló que no se puede considerar a los informantes como agentes, sino como "soplones, delincuentes, vendepatrias".

De su lado, el canciller Ricardo Patiño felicitó la "valentía" de Herrera Arauz por "hacer la alusión en la cara de qué no hemos hecho". Recordó que hay acontecimientos que se repiten con las mismas perversidades. "La historia obscura del Ecuador fue manipulada por la CIA".

Pidió a la sociedad estar vigilantes para evitar que actos de esa magnitud vuelvan a suceder. "Vamos a seguir trabajando para que el Ecuador no sea pisoteado", dijo Patiño, quien señaló que asistirá América Latina y el mundo, pese al intervencionismo de EE.UU. ha triunfado, pues el 10 y 11 de abril se celebrará la Cumbre de las Américas con Cuba. A pesar de que recordó que estamos infiltrados por un sistema de "vigilancia" de EE.UU.