Publicidad
Gobiernos progresistas enfrentan arremetida
Analistas coinciden en señalar que los gobiernos de izquierda incomodan a la derecha internacional. De allí que esta última, supuestamente ayudada por Estados Unidos, buscaría retornar al poder en países de Latinoamérica como Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador.
Sin embargo, expertos en relaciones internacionales, como Jorge Mora, son enfáticos en señalar que de producirse en la actualidad golpes de Estado, estos constituirían un grave retroceso en el proceso de democratización de la región. “Los gobiernos de corte socialista incomodan a los dueños del poder”.
En el caso de Brasil, por ejemplo, indicó que a la derecha le incomoda la posibilidad de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva vuelva al poder. Eso porque su figura de cierta manera reavivaría la tendencia ideológica en el continente. De allí que denuncia un ataque premeditado para evitar que Lula repotencie a los gobiernos de izquierda.
Respecto al caso de Bolivia, dijo que después de casi 15 años de iniciado el gobierno de Evo Morales, hay grupos que intentan retomar el poder. “Considero que hubo una campaña sucia para evitar que vuelva a reelegirse al ganar el referéndum. Evidentemente fue una mentira orquestada”.
Mora asegura que en este momento no encuentra rastros de una activación del Plan Cóndor contra Ecuador. El presidente Rafael Correa ha manifestado su intención de no postularse a la reelección en 2017 lo que ha sido tomado por la oposición como una victoria. Pero el gobernante aclaró que buscar un nuevo periodo nunca fue una prioridad para él.
¿Qué podrían hacer los gobiernos progresistas para contrarrestar los ataques de la derecha?
Mora plantea una fuerte presencia en los medios de comunicación. En el caso de Brasil, por ejemplo, propuso que más que incluir a Lula en el gobierno de Dilma Rousseff como ministro, se debería demostrar de manera transparente la inocencia del exmandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT).
El jueves Rousseff denunció que el proceso de interpelación parlamentaria en su contra es un golpe contra la democracia. Así lo señaló en una entrevista ofrecida a medios internacionales. La Mandataria se refirió así al juicio político emprendido por el Congreso, que amenaza con apartarla de la presidencia en menos de un mes si antes no consigue los aliados necesarios.
“Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así. Tuve una vida muy complicada para no poder luchar ahora”. Recordó que estuvo 3 años presa durante la dictadura en su país, cuando apenas tenía 19 años y se oponía al régimen militar.
En cuanto a la reunión de Cancilleres del Mercosur que se realizará para analizar la crisis política del Brasil, Mora considera que sería une respaldo político, lo cual podría ayudar.
En el caso de Evo Morales, Mora estima que la tormenta ya pasó, pero que ahora, en los 3 años que le quedan de gobierno, necesita demostrar que su administración y su partido político han sido transparentes y efectivos. “De esa manera se irá por la puerta grande y su partido obtendría buenos resultados en los próximos comicios. Entonces, deben buscar y fortalecer los cuadros políticos para reemplazar a la figura de Evo”.
Otros analistas consultados coinciden en explicar que, de hecho como ocurrió como hace décadas aunque con características diferentes, estos países enfrentan un plan internacional con múltiples aristas que abarca desde la mentira descarada, la tergiversación maliciosa y agrandamiento de los errores de los gobiernos progresistas, a través de los medios y las redes sociales. El fin sería ‘calentar las calles’ y, de paso, promover la sedición entre los militares.
Agregan que la confabulación entre “dictaduras genocidas”, en la década de los 70 y 80 (ver gráfico), solo tendría algún vínculo con lo que ocurre ahora en el sentido de que la llamada “restauración conservadora” no es algo que sucede en un solo país, sino que tiene nexos con la oposición de otros países.
En cuanto a los golpesde Estado, la región ya los ha vivido: la intentona de golpe contra Hugo Chávez en 2002 (Venezuela). A partir de entonces se elaboraron planes que desembocaron en el derrocamiento de Manuel Zelaya, en Honduras, y Fernando Lugo, en Paraguay. Este último destituido mediante un ‘golpe parlamentario’: juicio político, que fue denunciado como sumario.
En el caso de Ecuador, lo más evidente ha sido la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010 (30S). Según analistas-, los golpes de Estado constituyen graves retrocesos en el proceso de democratización de la región y espacios propicios para retomar las políticas neoliberales del pasado.
La táctica de la derecha radicaría en, por un lado, ganar terreno de cara a las elecciones de 2017 en Ecuador. Paralelamente, previniendo que pueden no ganar, iniciar una campaña sobre un supuesto fraude electoral. Incluso, apostarían a un posible golpe de Estado “duro o blando, lo que salga”.
En este sentido, la coordinadora de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad de los movimientos sociales, Carmen Bohórquez, llamó en Moscú (Rusia) a frenar la agresión que sufren los gobiernos progresistas de Latinoamérica. “Si queremos frenar las ambiciones del imperio, hacer que la derecha restauradora del neoliberalismo retroceda, debemos presentar un frente único de lucha”.
Argumentó que es una intención “descarada” del Departamento de Estado de EE.UU., aupada por las derechas internas (de cada país). “Se trata de un imperio en crisis que pretende compensar sus problemas con mayor dominio sobre los pueblos del planeta, y particularmente sobre Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador”.
Bohórquez insisitió en que el llamado es a la unión de todas las fuerzas, de los pueblos para detener esta avalancha de ataques enfocados a desacreditar a los líderes populares, a satanizar los procesos liberadores, intención que ya ni siquiera la derecha disimula.
Desde Moscú han surgido voces de solidaridad para la región. El canciller ruso Sergei Lavrov ha sido crítico con Estados Unidos por el decreto que considera a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional. (I)
Ministro de Defensa boliviano denuncia complot
El ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, el 21 de marzo pasado denunció que su país y otros gobiernos progresistas de América del Sur enfrentan en la actualidad un complot que tiene su centro en el exterior, destinado a desacreditar, desestabilizar y derrocar al gobierno de Evo Morales.
En declaraciones efectuadas en Bolivia para el programa televisivo ‘Democracia Directa’, explicó que este no es un caso aislado, sino que tiene que ver con una acción continental.
“Hemos visto lo que está ocurriendo en Brasil, donde hay una campaña en contra de uno de los líderes más importantes del continente, el dirigente obrero Luiz Inácio Lula Da Silva”, manifestó el alto funcionario boliviano.
Recordó también cómo sistemáticamente atacaron primero al gobierno de Hugo Chávez y actualmente al de Nicolás Maduro en Venezuela; así como al de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en Argentina.
En sus declaraciones, que también fueron recogidas por Prensa Latina, Ferreira alertó: “Estamos siendo atacados por una maquinaria bien engranada que tiene su centro fuera del país, pero cuenta con agentes en algunos medios de comunicación que cambiaron su función...”.
El ministro de Defensa, además, insistió en que esta “guerra” no es únicamente para acabar con el proceso de cambios que se viven en Bolivia con el gobierno de Evo Morales, sino que se trata también de una arremetida geopolítica en contra de la presencia china en países del continente americano que tienen regímenes izquierdistas. (I)