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El secretario pabel muñoz destacó que han existido 3 momentos claves en la eficiencia pública
Estado ahorra $ 2.200 millones por eficiencia
La próxima semana, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) entregará al presidente de la República, Rafael Correa, un proyecto para reestructurar las instituciones públicas.
Este anuncio lo emitió ayer Pabel Muñoz, titular de la Senplades, luego del gabinete ampliado que se efectuó en el Palacio de Carondelet.
El funcionario explicó que este proceso tiene como objetivo lograr una “eficiencia institucional”. Aunque no quiso dar detalles del cambio en el esquema estatal, aclaró que no es la primera vez que el Gobierno realiza este tipo de acciones.
“Han habido al menos 3 momentos de eficiencia institucional”, contó. Y recordó que cuando inició el Gobierno se cerraron al menos 100 entidades en un período de 2 años y otras se fusionaron.
Puso como ejemplo que antes funcionaba la Secretaría de Participación Ciudadana absorbida por la Secretaría de la Política. También existía el Ministerio Coordinador del Patrimonio, el cual pasó a formar parte del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Con ello, reiteró, en algunos casos cabría la posibilidad de suprimir una institución, si es que esta ya cumplió un rol determinado, mientras que otras entidades podrían fusionarse. “Nos interesa un Estado eficiente y la eficiencia genera ahorro”, reiteró.
El presidente Correa señaló que este proceso se cumple en función de la Constitución y de las necesidades del país. “Todos los años se evalúan las empresas públicas, se crean otras, ustedes pueden ver las estadísticas”, dijo. El Jefe de Estado recordó que el ahorro, hasta ahora, es de $ 2.200 millones, por concepto de eficiencia.
Críticas de Mera
Previo al gabinete, el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, respondió las críticas del arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, a quien calificó como “insolente recadero de la derecha”.
En días pasados, Arregui dijo que el diálogo convocado por el Gobierno debe “recuperar credibilidad”. “Los diálogos son eso: diálogos. Aquí se habla de que el Gobierno no quiere dialogar, hasta vemos al obispo de Guayaquil (Antonio Arregui), insolente recadero de la derecha, que a nombre propio habla de que el Gobierno no dialoga”, expresó el jurista. (I)