La cadena alemana pública Deutsche Welle (DW) planteó hace dos años un tema de debate en el país europeo: “¿Ricos pidiendo impuestos para ricos?”. Aunque suene insólito, es una realidad. Miles de ciudadanos -entre ellos millonarios- se han movilizado en los últimos años bajo el lema “Por un reparto justo”, reclamando al Estado exigir más contribuciones a los ricos.  

Dieter Lehmkuhl, millonario alemán, afirma que la política fiscal de los gobiernos anteriores favorecieron a los ricos. Las rebajas fiscales propuestas por estos partidos beneficiaron casi exclusivamente a los más acaudalados. “Pago menos que antes en función de mis ingresos y mi fortuna se duplicó casi en los anteriores 10 ó 15 años”, reconoció.

Él, junto a otros millonarios, reclaman por una mayor carga fiscal. También son partidarios de un impuesto especial para los más ricos y reclaman que la brecha entre ricos y pobres no debería crecer más.

Así Lehmkuhl explica que si alguien tiene 500.000 euros y paga el 10% de impuesto no le afecta en lo más mínimo.

Alrededor de 500 páginas de estadísticas componen el informe de Gobierno sobre pobreza y riqueza. Allí se revela la realidad del país europeo donde el 10% más rico de la población posee más de la mitad de la propiedad privada, fortunas en efectivos, en acciones o inmuebles, mientras que el 50% más pobre solo dispone del 1%.

El economista Giacomo Corneo, quien durante años estudió el reparto de la riqueza en Europa, explicó que el impuesto al patrimonio persigue un objetivo serio y positivo: el mejor reparto de la riqueza. Sin embargo considera que  los impuestos sobre las herencias y los réditos al patrimonio son más efectivos para este objetivo.

El presidente de la República, Rafael Correa, tomó este ejemplo europeo para defender su propuesta de Ley Orgánica de Redistribución de la Riqueza que contempla una tasa progresiva a las herencias. (I)

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