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La jornada servirá para conocer las realidades políticas y sociales de los países vecinos
El ELAP, un ejercicio de formación para la izquierda de América Latina
Están convencidos de que la situación social ha cambiado en sus países desde que la izquierda gobierna. Por ellos los asistentes al Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP 2015) dicen que defienden los logros alcanzados por esos procesos políticos, en beneficio de los más desprotegidos de sus territorios.
Ayer cientos de jóvenes, mujeres y adultos acudieron a la inauguración del II Encuentro ELAP 2015, que se cumplirá hasta mañana en Quito.
Los discursos de bienvenida de las autoridades nacionales captaron la atención de los cientos de asistentes a la Casa de la Cultura de Quito, sede del encuentro.
Una de las intervenciones estuvo a cargo del vicepresidente Jorge Glas, quien se refirió al cambio de mentalidad de los ecuatorianos y a la conciencia social que hoy existe en toda América Latina.
Mencionó los liderazgos que han surgido en la región, como los de Argentina, Venezuela, Cuba, Brasil y Ecuador, con el actual gobierno.
“Este proceso es irreversible en muchos de nuestros países porque los pueblos ya cambiaron su forma de actuar y de pensar. Ya no los vemos como la sumisa mano de obra de los grupos de poder, sino que los reconocemos como actores protagonistas de la construcción del buen vivir y de una patria nueva, libre, soberana y revolucionaria”, expresó Glas.
El Segundo Mandatario además hizo hincapié en la necesidad de que la región siga a la vanguardia de críticas del paradigma neoliberal y, sobre todo, de la necesidad de invertir en sectores como la educación.
“En el caso ecuatoriano hemos logrado varias cosas, por ejemplo hemos invertido en educación alrededor de $20 mil millones (desde 2008), con más de 11 mil jóvenes que se forman en el exterior con becas completas en las mejores universidades del mundo. Esta es la más grande demostración de que hacemos lo que decimos y decimos lo que pensamos”, reiteró Glas.
Guillaume Long, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de Alianza PAIS también señaló que este encuentro servirá para conocer las realidades que viven los países vecinos.
Citó por ejemplo la necesidad de enterarse del avance del proceso de paz en Colombia y de cómo se consiguió el primer triunfo del pueblo cubano en el restablecimiento de la relaciones con Estados Unidos sin ceder ante las presiones extranjeras.
“Es importante intercambiar ideas sobre cosas que van desde cómo dar respuestas inteligentes a prácticas antidemocráticas hasta la manera cómo enfrentar crisis económicas globales ajenas a nuestro control y las injerencias externas de siempre”.
Añadió que el encuentro es un ejercicio de formación política para la militancia de las izquierdas. “Hemos avanzado mucho en los últimos años en la reducción de la pobreza y la desigualdad, pero nuestro continente aún es el de más desigualdad del planeta y ese es un status que todavía nos debe llenar de vergüenza”.
Long reconoció que aunque se habla de una sola región, a momentos los ciudadanos no se conocen bien como hermanos que son.
Por ello, insistió en la necesidad de compartir las experiencias vividas por cada uno de los países de América Latina. “Necesitamos conocernos más para aprender de nuestras luchas, de nuestros logros, de los errores también y de los obstáculos que hemos tenido que sobrellevar en cada país”.
Long reiteró que la única manera de combatir a la oposición es con organización. “A una derecha transnacional articulada se le responde con una izquierda de patria grande organizada”. Esas palabras arrancaron aplausos de los asistentes mientras ondearon las banderas de los distintos países y entonaron la consigna: “Alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”.
Mesas de debate
Tras el cierre de la ceremonia de inauguración inició la primera mesa de debate con el tema ‘Las estrategias de desestabilización contra las democracias en revolución’.
Allí la brasileña Mónica Valente, secretaria de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores (PT), reconoció que su país atraviesa un difícil momento político porque la oposición, en conjunto con los medios de comunicación, quieren desestabilizar al gobierno de Dilma Rousseff.
“La oposición, inconforme con la pérdida que sufrió en el proceso eleccionario democrático, ha profundizado sus acciones golpistas para poner un cerco y aniquilar al Partido de los Trabajadores en mi país, como ocurre en otras naciones guiadas por la justicia social y las políticas antineoliberales, como son los casos de Venezuela o Ecuador, donde tampoco han podido ganar las elecciones los partidos neoliberales”, explicó.
Frente a ese escenario apuntó la necesidad de que en cada país se formen alianzas con partidos afines para proteger los procesos políticos revolucionarios en marcha.
Señaló que en la última reunión del PT se logró un acuerdo para defender las conquistas sociales alcanzadas por los gobiernos de Lula y Rousseff, así como la estabilidad democrática para que la mandataria cumpla su programa de gobierno. (I)