El edificio de la ID estuvo al servicio de CREO, lamenta Caicedo

El control del edificio de 5 pisos ubicado en el norte de Quito y que por décadas usó la extinta Izquierda Democrática (ID) abre una nueva disputa.

Las bases de la organización política, liderados por Luis Caicedo, uno de los más antiguos militantes,  ingresaron la noche del lunes al edificio que consideran "nuestra casa".

Hasta ese día la administración estuvo a cargo del exlíder naranja Henry Llanes, quien entró en disputa por la presidencia de la organización con Dalton Bacigalupo en un enfrentamiento irreconciliable que sepultó definitivamente a la lista 12.

Ahora Llanes es asambleísta alterno de Andres Páez -también expresidente de la ID- con quien llegaron abanderados por el Movimiento CREO de Guillermo Lasso. Y desde la sede Legislativa, Llanes denuncia que el ingreso de los militantes para tomarse el edificio fue violenta porque rompieron candados, fue en la noche y destruyeron un medidor de luz.

Mientras tanto, Caicedo y un grupo de leales a los preceptos de la ID trabajan en la recuperación de la infraestructura, que luce descuidada. Pisos sucios, banderas naranjas cubriendo las butacas del auditorio y oficinas alquiladas a particulares es lo que encontraron.

Desde esta mañana un grupo de voluntarios -afirma Caicedo- llegaron al edificio (adornado con banderas naranjas) para colaborar en la limpieza y ya preparan una agenda de reuniones con trabajadores, empresarios y jóvenes que estén decididos a reinscribir a la organización política  ante el Consejo Nacional Electoral.

Pero lo que más les disgusta es que el edificio tradicional de la ID haya estado al servicio de CREO, pues en la oficina que ocupó Llanes hallaron un carnés de adhesión  y un póster de Lasso, todo bajo el cuadro de Rodrigo Borja, el líder que llevó a la lista 12 a la Presidencia.

En esas circunstancias, quienes alquilaron las instalaciones del edificio o sus parqueaderos tendrán un plazo para desocupar, pero desconocen cómo se administraron los recursos que generaron esos arriendos.

Según  Llanes, el edificio pertenece al Municipio de Quito, con el que entraron en disputa durante la administración de Augusto Barrera precisamente porque las instalaciones se destinaron a actividades ajenas a la formación política.  Y sobre los recursos, el legislador alterno asegura que no estuvieron al servicio de CREO y que los recursos por arrendamiento sirvieron para el pago de los servicios básicos. Sobre la biblioteca o los insumos del centro de capacitación, indicó que todo fue embodegado.