Cerca de $ 6 mil millones es la inversión del Estado en las megaobras hidroeléctricas

Un total de $ 5.887 millones es la inversión del Gobierno en la construcción de las megaobras hidroeléctricas en el país, que cuando estén en completo funcionamiento permitirá exportar energía y dejar de ser importadores.

Esa cifra la dio a conocer el presidente de la República, Rafael Correa, durante el enlace sabatino 416 que se realizó ayer en la ciudad de Riobamba, a propósito del recuento que hizo sobre la inauguración de la central hidroeléctrica Manduriacu, ubicada en la cuenca del Guayllabamba, el pasado jueves.

“De aquí hasta marzo de 2016 tendremos 7 hidroeléctricas más inauguradas que duplicarán la potencia hidroeléctrica del país y nos convertirán en el primer el país en el mundo con la matriz hidroeléctrica más eficiente, más amigable con el medio ambiente”, sostuvo el Mandatario en su alocución.

Previamente se refirió a la central Manduriacu que, según dijo,  estaba inexplotada, porque está en una cuenca que va hacia el Pacífico, allí recalcó que el problema de las pocas hidroeléctricas es que estaban instaladas en las estribaciones orientales de la cordillera de los Andes y cuando había época de estiaje el país sufría por el déficit de energía eléctrica.

Sostuvo que el país en su historia importaba cerca de $ 1.000 millones en energía que viene de Colombia y Perú, pero que desde 2016 empezará a exportarla hasta el norte de Chile.

A continuación detalló los costos de las centrales que se construyen en el país, comenzando por la recientemente inaugurada Manduriacu, que producirá 65 megavatios; en la obra se invirtieron $227 millones. En julio de este año se tiene previsto inaugurar el proyecto Mazar-Dudas, con 21 megavatios a un costo de $ 83 millones.

Para finales de año (diciembre) se inaugurará el proyecto Sopladora, que generará 487 megavatios con una inversión de $ 963 millones. En el mismo período se prevé tener listo Toachi-Pilatón, con 254 megavatios, a un costo de $589 millones.

Para 2016 se entregarán los proyectos: Minas San Francisco, con 270 megavatios, que tiene una inversión de $ 684 millones; Quijos, con 50 megavatios, a $ 155 millones; Coca Codo Sinclair, considerada una obra emblemática, que generará 1.500 megavatios a un costo de $ 2.851 millones; finalmente, Delsitanisagua, con 180 megavatios, por un valor de $ 335 millones. En total generarán 2.827 megavatios de origen hidráulico.

Sobre el total de la inversión en las hidroeléctricas, el Jefe de Estado sostuvo que  son casi $ 6 mil millones, de los cuales cerca de  $2 mil se han destinado en este año, además de otros $ 1.000  millones para proyectos a cargo de la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) que, en su opinión, debieron ejecutarse hace mucho tiempo. “Es decir $3 mil millones en este año en sectores estratégicos, ojalá esto se hubiera hecho hace años porque esto es un ahorro de $ 1.000 millones anuales en compra de combustibles que son importados”.

A esto se suma que las obras generarán importantes impactos ambientales al reducir la emisión de dióxido de carbono (CO2), al dejarse de emitir 8,2 millones de toneladas a la atmósfera. Actualmente  la energía para el funcionamiento de las termoeléctricas quema combustible.

“Si hubiéramos tenido estas hidroeléctricas décadas atrás, no tendríamos que importar tanto diésel ni contaminar tanto el medio ambiente quemando diésel para generación termoeléctrica, ni gastar tanto en importación de combustible”, manifestó.

Rechazo a violencia en protesta

En otro tema, el Primer Mandatario instó al ministro del Interior, José Serrano, a investigar y sancionar a quienes agredieron a la fuerza pública y causaron desmanes, durante la protesta del pasado jueves, en Quito.

Ese día, en la marcha que organizaron grupos opositores al Gobierno, se registraron actos violentos durante la tarde y noche; incluso periodistas de 2 canales de televisión y policías fueron agredidos, además de que se produjeron daños en bienes públicos y al patrimonio nacional.

Tras destacar la labor de la Policía que en todo momento, durante las agresiones, no respondieron a las provocaciones de los manifestantes, sí criticó el hecho de que, pese a los actos violentos, no haya un solo detenido.

En ese punto consideró que sí se debió actuar firmemente y exigió que los responsables deberán ser sancionados por las agresiones que sufrieron los uniformados que recibieron impactos de botellas, les lanzaron piedras, bombas molotov y hasta palos. Incluso algunos manifestantes arrancaron las piedras y adoquines del Centro Histórico.

Por su parte, el ministro del Interior, José Serrano, dijo: “Contra todo tipo de delincuencia estamos actuando de la misma manera; estos no son manifestantes, sino delincuentes, y trataron de provocar a la Policía en ese espacio y tendrán que responder ante la justicia. Los responsables serán sancionados como dicta la ley”.

El Presidente cuestionó que algunos medios de comunicación no hayan mostrado la realidad de las marchas, a las que calificó como un fracaso, luego de mostrar gráficas aéreas de la Plaza San Francisco donde se concentraron los manifestantes.