El Código de Trabajo tiene 78 años de vigencia en el país y ya se ha reconocido la necesidad de hacer uno nuevo. En eso trabajan los asambleístas de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, según la Segunda Vicepresidenta del legislativo, Marcela Aguiñaga.

En ese sentido, Richard Gómez, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de la Industria Eléctrica Ecuador (Fedelec) y representante de la CUT en Guayas, detalló que están elaborando una propuesta  de nuevo código que contemple todas las formas productivas.

El dirigente explicó que la propuesta busca el reconocimiento de los trabajadores informales, que no está contemplado en la norma vigente.

Sobre este punto, Ernesto Toledo, presidente de la Federación de Comerciantes Minoristas y Autónomos de Guayas, contó, según sus estadísticas, que esta actividad representa el 52% de la población económicamente activa, lo que quiere decir que son mayoría, pese a ello la ley no los ampara.

Por eso dentro del anteproyecto se fijaría una contraparte de los trabajadores de las ramas no reconocidas para poder afiliarse al Seguro Social.      

También se contemplaría la disminución del número mínimo de integrantes para conformar sindicatos para que estos proliferen en el país. La cifra pasaría de 30 a 15.     

Otra inquietud es la seguridad e higiene laboral, puesto que hay profesiones que tienen mayores riesgos como las actividades de la construcción, así como quienes trabajan en el sector petrolero.

La idea es que exista un solo código con 2 divisiones, una para el sector público y otra para el privado. Actualmente en Ecuador existen 3 regímenes de trabajo, el Código de Trabajo, la Ley de Servicio Público y la Ley Orgánica de Empresas Públicas. “Pero eso nos tomará entre 4 y 5 meses“, acotó Gómez.

Aguiñaga detalló que mientras se define el nuevo cuerpo legal, que va a tomar varios meses, se han planteado reformas  puntuales que den paso a las reivindicaciones.

Será un nuevo Código socializado con todas las organizaciones y gremios, que serán convocados a su tiempo para dar sus aportes. “Por ahora creemos que la Ley de Justicia Laboral ha dado el marco regulatorio  preciso no solo para permitir estabilidad al líder sindical, sino también en la forma de elección de los representantes de estos sindicatos”, explicó la legisladora.

Ahora el voto de los trabajadores es secreto para que no existan presiones y se mantenga la democracia en estos grupos. A esto se sumó la eliminación del contrato a plazo fijo.

Liliana Durán, vicepresidenta de la Central Unitaria de Trabajadoras (CUT), señaló también que actualmente se están planteando reformas al Código Laboral. Dijo que actualmente la normativa se encuentra en proceso de construcción. “Estamos botados a territorio, con la finalidad de ir construyendo y sacando los insumos de las propias organizaciones sindicales y sociales y una vez tengamos la compilación buscaremos la fecha apropiada para presentarle al presidente de la República”, dijo.

“En el nuevo Código deben sentirse seguros todos los sectores, incluso los que han sido invisibilizados por mucho tiempo, lamentablemente los invisibilizados como no eran parte de la producción, a la derecha del país nunca les interesó”, dijo por su parte Oswaldo Chica, presidente de la CUT.  El dirigente recalcó que se trata de “un Código en construcción con las centrales sindicales”.

Durante la presentación de la agenda que cumplirán los miembros de la CUT y PAISen Guayaquil, por el Día del Trabajador, los asistentes hicieron un llamado a los ciudadanos a no caer en las manipulaciones.

En el marco de esta rueda de prensa, el Gobernador del Guayas, Rolando Panchana, resaltó que los ciudadanos deben recordar que quienes ahora dicen defender a los trabajadores son quienes durante tantos años no hicieron nada.

“Saben quiénes tienen terror, los pseudodirigentes sindicales a que todos los trabajadores de una empresa voten por quienes quieran que sean sus dirigentes, pero de forma democrática y secreta, eso que no ha habido y que ahora habrá. No quieren dejar esos cargos en los que se han perpetuado, son los mismos, no han cambiado ni se han renovado y osan todavía hablar y oponerse al derecho de los pueblos de elegir un candidato en las urnas”, reclamó Panchana.

Por su parte, Gómez, el delegado de la CUT en Guayaquil, resaltó que nunca un Gobierno había hecho tanto por los trabajadores como el de Rafael Correa.

Para él eso se plasma en la Ley de Justicia Laboral, recientemente aprobada con 91 votos a favor en la Asamblea Nacional.

En el texto se reforzaron temas como la estabilidad de los trabajadores, la afiliación de las amas de casa a la seguridad social y la garantía del Estado para atender las pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Son 3 de los logros alcanzados a través del proyecto de Ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo en el Hogar, aseguran los dirigentes de la CUT.

Entre los cambios que se incorporaron también consta que los contratos a prueba en el caso del servicio doméstico o trabajo remunerado del hogar serán de hasta quince días y que no podrá existir una doble prueba.

Esta norma fue publicada en el Registro Oficial el 15 de abril pasado con lo que entró formalmente en vigencia.

En el país ya hubo un intento en 2014 para crear un nuevo Código de Trabajo que agrupe a todos los trabajadores del país, el que era socializado con los sindicatos y los diferentes gremios laborales. Este proyecto estuvo a cargo del entonces ministro de Relaciones Laborales, Francisco Vaca, y lo heredó su sucesor, Carlos Marx Carrasco.

Durante la socialización que realizó Vaca entre otros temas que se proponían en el documento legal estaban la mensualización de décimos, la contratación colectiva, las jornadas de trabajo, la sindicalización por rama de actividad.

La idea era entregar la propuesta a la Asamblea en septiembre de ese año pero nunca se concretó. Correa criticó en repetidas ocasiones que el Código fuera rechazado por ciertos sectores, aunque sin que se hubiese publicado.

Por estas negativas se descartó el proyecto y se dio paso a las reformas puntuales, que fueron aprobadas hace poco. (I)