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Entrevista / miguel lluco / expresidente de la confederación de nacionalidades indígenas del ecuador

“Campos se ha traicionado a ella misma y al proyecto histórico de los pobres”

Foto: Marco Salgado/El Telégrafo
Foto: Marco Salgado/El Telégrafo
19 de abril de 2015 - 00:00 -

El retorno de buenos tiempos. Ese anhelo se resumió en Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) que vio la luz en noviembre de 1995 de la mano de líderes como Manuel Imbaquingo, Luis Macas, Cristóbal Tapuy y Miguel Lluco. “Estábamos cansados de ser un relleno en las papeletas electorales”, recuerda este último, refiriéndose a las invitaciones de los socialcristianos, roldosistas, incluso socialistas,  para terciar como candidatos suplentes o últimos en las listas. Así no llegarían muy lejos.

En esa época -recuerda Lluco- se preguntaban por qué unos pocos ecuatorianos se hacían cada vez más ricos mientras la mayoría seguía siendo pobre: “Pensábamos que sí era posible alcanzar la equidad y nos propusimos luchar por ella”.  

Pachakutik se creó hace 19 años como el brazo político del movimiento indígena. ¿En qué contexto histórico se tomó la decisión? ¿Cuál era la propuesta?

Veníamos de un proceso de lucha de más de 500 años. En la década de los 90 los indígenas nos tomamos la Iglesia de Santo Domingo para exponer nuestras demandas, en esa época habían 74 casos de litigios de tierras. En Chimborazo también se produjo la salida del Instituto Lingüístico de Verano, un organismo del imperio que a través de la traducción de la Biblia al kichwa se asentó en la Amazonía. Para lograrlo, en la Sierra, nos ayudó mucho Monseñor Leonidas Proaño. Era un momento histórico en el que seguía presente el entusiasmo por el retorno a la democracia, después de haber resistido a dos dictaduras.

¿Por qué era necesario construir un movimiento político? ¿Quiénes lideraron el proceso?

La idea de construir un partido político se fundamentó en la necesidad de luchar por un Estado plurinacional desde otros espacios.  Una de nuestras motivaciones era conseguir un modelo de educación intercultural bilingüe. Trabajamos en esa idea por varios años y el 28 de mayo de 1990 hicimos pública esa decisión,  dedicamos nuestros esfuerzos a elaborar una agenda programática y 5 años después fundamos Pachakutik. Debía ser un espacio en el que confluyeran los compañeros de la Costa, Sierra y Amazonía, así como los trabajadores, los sectores más vulnerables que se ubicaban en las periferias de las ciudades. Y nuestra primera acción masiva fue  en el derrocamiento del expresidente Abdalá Bucaram.

¿Cómo evalúa la evolución de Pachakutik?

Después de 19 años comprendo que no logramos mantener procesos orgánicos porque al incursionar en la vida política institucional, los militantes que contábamos con la experiencia de lucha nos convertimos en diputados, concejales y alcaldes, y empezamos a atender al movimiento desde la institucionalidad porque respondíamos a nuestras funciones. En las organizaciones quedó un vacío dirigencial que hasta ahora no se logra superar. También hubo dirigentes con un deseo exagerado de ser autoridades y cayeron en malas prácticas. Lo que está pasando hoy en el movimiento es que cayó en la desesperación y abandonó su compromiso político e ideológico.

¿El ansia de poder desmarcó a Pachakutik de la Conaie? ¿Pachakutik es un rezago de la partidocracia?

Eso se ve con claridad. También porque los jóvenes líderes se formaron académicamente bajo la misma lógica de la educación neoliberal; eso jugó en el rol de unos cuántos dirigentes de Pachakutik que aún no logran diferenciar el compromiso que hicimos cuando fundamos el movimiento. Por eso ahora están ligados a los mismos causantes de las desgracias del Ecuador y abandonaron nuestro compromiso de salvar a los ecuatorianos.

¿Cuánto perjudica al movimiento indígena la alianza de Pachakutik con CREO y Sociedad Patriótica?

Los Gutiérrez ya tuvieron la oportunidad de dirigir al país, conmigo mismo como coordinador y (los indígenas) pasamos a ser gobierno, pero lamentablemente Lucio Gutiérrez no entendió nuestra propuesta y pensó que era más fácil seguir los lineamientos del sistema neoliberal. Por eso, a los pocos meses, yo mismo di una declaración  nacional para anunciar que abandonábamos el gobierno porque Gutiérrez traicionó la esperanza y la confianza de que los ecuatorianos nos dieron con su voto. Ahora Pachakutik se sienta con este hombre que ya traicionó a los ecuatorianos y, por otro lado, con la extrema derecha representada por el señor (Guillermo) Lasso. Eso es lo último que le pasa a Pachakutik y los compañeros de este proceso tendrán que pensar con mucha responsabilidad en cómo reencauzar este proceso y salvar la dignidad y el esfuerzo de toda la gente que construimos el proyecto.

Después de lo ocurrido, ¿cree que fue un error apostar por un partido político?

Tomamos una decisión acertada en ese momento, pero en el camino se produjeron los errores y al no corregirlos a tiempo se perdió la credibilidad.

Según Guillermo Lasso, esta alianza podría ser a largo plazo. Con ello, ¿Pachakutik mantiene legitimidad en el movimiento indígena?

Es por demás lamentable pensar en una acción programática donde participen los dominados y los dominadores. Eso no se ve en ninguna parte del mundo, ahí no hay coherencia. Se acostumbraron a dominar y a tomar acciones tan nefastas, basándose en una supuesta legalidad, aunque sea injusta, jamás defenderán la causa de la gente empobrecida. Fue este Gobierno el que ubicó el plan político de Pachakutik en la Constitución de Montecristi. Por eso no se puede concebir que ahora piensen en una solución a los problemas que ellos mismos generaron, aprovechándose la ingenuidad de la coordinación de Pachakutik.

¿Cuál es el rol de Fanny Campos en ese proceso? ¿Cree que ella ha traicionado el proyecto político?

No la conocí antes de que sea coordinadora nacional de Pachakutik. Cuando ganó estábamos contentos porque era la primera mujer que asumía la dirección. Por eso es lamentable que siendo mujer, cuando han sufrido una doble exclusión, no haya logrado conocer a la organización que estaba conduciendo. Es lamentable decirlo, pero una persona con el conocimiento básico de lo que representa Pachakutik no podía llevar adelante una reunión como la ocurrida esta semana. Campos se ha traicionado ella misma y al proyecto histórico de los pobres del Ecuador.

En estos momentos, cuando la Conaie rechaza categóricamente la decisión de Fanny Campos, ¿tiene razón de existir Pachakutik?

Por un lado hay que ubicar el papel histórico que jugó la Conaie, que es reconocido en el país, pero el instrumento político que es Pachakutik está reconocido por el Consejo Nacional Electoral; eso los convierte en 2 entidades diferentes, pero las bases del movimiento político están en las nacionalidades.Y lamentablemente la dirigencia de la Conaie también se ha desubicado y tiene mucho que ver en todo esto. (I)

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