Lejos de la colchoneta y más bien pegado a un balón de fútbol fue como el bicampeón panamericano de lucha grecorromana en los 60 kilogramos, el ecuatoriano Andrés Montaño, conoció el deporte en el barrio Venecia de la ciudad de Esmeraldas.

Sin embargo, por la falta de oportunidades para progresar en el balompié, a los 8 años incursionó en la lucha, disciplina que ahora le permitió sobresalir y hacer que todos lo conozcan a nivel continental.

Preocupado por encontrar una nueva actividad, se topó con que a pocos metros de su casa funcionaba un gimnasio de lucha. La curiosidad lo llevó a ingresar al centro para conocer de qué se trataba.

Le llamaron tanto la atención la técnica, las llaves, las proyecciones, los movimientos y la fuerza con la que los atletas luchaban sobre las colchonetas, que no volvió a patear una pelota.

El entrenador Darío Olmedo fue quien le dio los primeros conocimientos sobre la lucha libre, en la que inició para luego decantarse por la grecorromana, en la que cada participante intenta derrotar a su oponente con llaves y proyecciones utilizando solo la parte superior del cuerpo.

Por los varios problemas sociales que existían en su barrio, Montaño aprendió a defenderse y a luchar en las calles y luego eso fue depurando con técnica y estilo para empezar a representar a la provincia de Esmeraldas en juegos interprovinciales.

Al poco tiempo cosechó su primera alegría nacional, al ganar la medalla de bronce en un torneo escolar realizado en Cuenca (sur), ciudad en la que se estrenó en el podio a nivel internacional durante un Panamericano Juvenil.

El técnico cubano José Rodríguez tomó la posta de Olmedo y lo entrenó por cuatro años en el estilo libre, sin embargo, tras el retorno del entrenador a su país, un compatriota suyo, César Ramón Carracedo, convenció a Andrés de cambiarse a la lucha grecorromana.

La diferencia entre los estilos libre y la grecorromana consiste en que en el primero se pelea mayormente en la colchoneta, mientras en el otro se da más de pie.

En esta nueva modalidad fue donde obtuvo sus mayores logros, como los bicampeonatos Bolivarianos (2009 y 2013), Sudamericanos (2014 y 2018) y recientemente Panamericano luego de revalidar en Lima 2019 el cetro alcanzado en Toronto 2015.

En Lima 2019, durante el primer combate, Montaño se enfrentó a un competidor (el cubano Luis Orta) al que no le había ganado en dos ocasiones anteriores y lo superó tras igualar 4-4, pero el caribeño tuvo más puntos de penalización.

Luego, en la semifinal, derrotó al venezolano Anthony Palencia, quien no puso mayor oposición y con un marcador de 8-0 pasó a medirse con el colombiano Dicther Toro, quien en cambio no sabe lo que es ganar ante el ecuatoriano, al caer en las finales de los Juegos Sudamericanos Cochabamba 2018 y en los Panamericanos de Toronto en 2015.

El subsecretario de la Secretaría del Deporte, Roberto Ibáñez, comentó a EL TELÉGRAFO que la medalla lograda por el esmeraldeño de 29 años en la capital peruana se basó en “la experiencia y las ganas que puso Andrés”, mencionó el funcionario de Estado.

Y puntualizó que Montaño hace historia en su deporte al lograr dos preseas doradas en eventos continentales. “Creo que eso es muy importante, nos pone muy contentos por su desempeño y pensamos que se debe preparar un poco más para el Mundial que se avecina”.

Ahora el “tricolor” se enfocará en abrirse campo a escala planetaria durante su participación en el Mundial de la disciplina, que será en Astaná (Kazajistán) entre el 14 y el 22 de septiembre de 2019. (I)