Los abuelos y las abuelas también tienen su fecha de celebración. El 26 de julio fue el Día del Abuelo o de los Abuelos, pero en Ecuador, al al igual que en otros países latinos, pasó casi inadvertida.

El Día del Abuelo es una celebración que de alguna manera busca complementar los festejos tradicionales en la familia: Día del Niño, de la Madre y del Padre. El 26 de julio, en el mundo católico, representa el día en el cual la liturgia conmemora a San Joaquín y Santa Ana, padre y madre de la Virgen María y por lo mismo abuelos de Jesús.

Esta celebración no es avalada por alguna entidad como sí lo es el Día Internacional de las Personas de Edad o Adultos Mayores, promovida desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La fecha, no obstante, permite analizar parte de la realidad que viven los adultos mayores, abuelos o no, que viven en familia o en soledad.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 11% de los adultos mayores de Ecuador, de una población de 1’229.089 al 2010, vive solo. Este porcentaje aumenta en la Costa: 12,4%. Quienes viven acompañados en su mayoría es de un hijo 49%, nieto 16% y esposo o compañero 15%.

El 81% de los adultos mayores se siente satisfecho con su vida, mientras el 28% se considera desamparado; 38% siente en ocasiones que su vida está vacía y el 46% piensa que algo malo le puede suceder. Los que viven acompañados tienen una satisfacción de vida más alta: 83%, frente al 73% de los que viven solos.

El INEC señala, sobre los resultados del Censo 2010, que el 42% de los adultos mayores no trabaja y mayoritariamente su nivel de educación es primario. A pesar de que desean laborar, el 50% de los hombres dicen que dejaron de hacerlo por  problemas de salud, el 23% por la jubilación por edad, y el 8% porque su familia no quiere.

En el caso de las mujeres, el 50% fue por salud 50%, el 20% porque su familia se opone y el 8% por jubilación por edad.

No existen datos precisos del número de personas adultas mayores que ejercen el rol de abuelos. Sin embargo, es una realidad que para ayudar a sus hijos que trabajan asuman esta responsabilidad por voluntad o incluso por obligación y “chantaje” (con la amenaza de que no volverán a ver a sus nietos de no asumir esta tarea).

Diferentes organizaciones, como la Secretaría Nacional del Migrante, mencionan que en diferentes continentes se encuentran más de 2’500.000 ecuatorianos que han salido del país por diferentes razones. Entonces miles de abuelos quedaron al cuidado de sus nietos. María Simbaña vive en Llano Grande, parroquia de Calderón. Su hijo Manuel y luego su esposa María se fueron a España. Ella quedó a cargo de dos nietos de 5 y 8 años.

Ahora tienen 15 y 18, respectivamente. Su hijo y nuera no han regresado hasta hoy.  Y, “por lo que se ve, ya no volverán”, dice María.

Para la fundación española Pilares, el progresivo aumento de la esperanza de vida ha dado lugar a que la experiencia de ser abuelo sea más generalizada y que se disfrute durante un período más largo de la vida. Pero, advierte que el descenso de la fecundidad y el retraso de la edad para la maternidad contrarrestan de manera destacada los efectos de esta mayor longevidad.

En el caso de España, señala que en poco menos de cuatro décadas el aumento de la edad de las mujeres de 30 años o más que tienen descendencia se incrementó de 35% en 1975 al 70% en 2011. Es decir, la experiencia de ser abuelo también se retrasa hasta edades más avanzadas.

El papel de los abuelos se basa en el afecto, la complicidad, el apoyo y el intercambio, lo que influye de manera muy positiva en el desarrollo social y personal de los nietos. Los abuelos además de ser un caudal considerable de riqueza en forma de cuidados y apoyo, juegan un rol destacado en los procesos de socialización y aprendizaje de los niños, manifiesta la investigación de la Fundación Pilares.

A ello se suma que en la relación intergeneracional afloran otros aspectos positivos asociados a la transmisión de experiencias, valores y al mantenimiento de los lazos y la identidad familiar.

En España, según datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa (SHARE), uno de cada cuatro abuelos cuida de sus nietos, dedicando a esta labor una media de siete horas diarias, dos más que la media europea. Datos de otra encuesta incluida en la investigación de Fundación Pilares: “Las Personas Mayores que vienen a Autonomía Solidaridad y Participación social” señalan que casi la mitad de las personas de entre 50 y 69 años que tienen nietos son cuidadoras.

Pero, ¿qué piensan los abuelos de su papel como cuidadores? Los resultados de la encuesta de Fundación Pilares resalta que la mayoría cree que a veces se abusa al cargarles a ellos la responsabilidad del cuidado diario de sus nietos 45%, frente a los que consideran lógico que cuiden de sus nietos por tener menos ocupaciones 34,8%. (I)