Hay hechos que quedan grabados en el deporte por distintas circunstancias, pero ver la emoción de un deportista de Olimpiadas Especiales al ganar una medalla supera todo aquello.

Jacqueline Gilces, atleta de la provincia del Guayas,  cumplió ayer su sueño: llevar una medalla al país y a su familia. Ganó presea de bronce en los 400 metros planos.

Su discapacidad auditiva hasta este lunes no le permitía escuchar prácticamente nada, pero recibió los audífonos especiales como parte del programa Deportista Sano que impulsa la organización Olimpiadas Especiales y su vida ha empezado a cambiar radicalmente.

Su prueba fue tan dura como la imaginó pero los metros finales le dieron la medalla. Al final sus emociones la superaron y lloró efusivamente, protagonizando uno de los momentos más conmovedores de los Juegos. 

En otra prueba del atletismo, Juan Pugo logró el segundo lugar y la medalla de plata en los 3.000 m planos y ahora espera el gran prix de Brasil para alcanzar la marca necesaria y estar en los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, un escalón necesario para clasificar a los Paralímpicos de Tokio.

El atletismo cerró su jornada para Ecuador con la medalla de bronce en los 100 metros planos obtenida por José Alvarez. En natación, Kevin Manzano tuvo su revancha: no le fue bien en la prueba de aguas abiertas en la que quedó en cuarto lugar, pero la tarde de este martes conquistó una medalla de bronce en los 800 m estilo libre. Su registro fue de 12’ con 50 segundos.

La historia de Manzano es especial, pues es el único atleta ecuatoriano que ha tenido a su familia en Dubái para apoyarlo. Ecuador contabiliza 25 medallas: 4 de oro, 11 de plata y 10 de bronce. (I)