Jorge Dicado, Washington Becerra y  Edwin Mera aprendieron el arte de construir botes hace más de 1 mes. Adquirieron esos conocimientos de forma empírica, pero ahora tienen  una gran responsabilidad: deben entregar 4 kayacs (K-4) y 4 canoas (C-2) a la Federación Ecuatoriana de Canotaje (FEC) para el Campeonato Sudamericano de esta disciplina que se disputará entre el 15 y el 20 de abril en lago Yahuarcocha, en Ibarra.    

Los tres son canoístas. Dos de ellos formaron parte del Plan de Alto Rendimiento, pero este año salieron de la nómina. Pese a eso no han dejado de entrenarse. De lunes a sábado hacen máquinas en la mañana y por la tarde palean. Los 3 aún se consideran atletas con aptitudes para brillar a sus 20 y 21 años, respectivamente.        

Las vidas de estos canoístas han cambiado radicalmente. Después de cada práctica entran en su taller y construyen kayacs y canoas para el Sudamericano.   

“Nos pidieron estos trabajos porque sale más barato que importarlos, ya que tienen que pagar aranceles. La Aduana ve estas embarcaciones como botes de lujo”, dijo Dicado, quien aún guarda en su memoria aquel día en que el exministro del Deporte, José Francisco Cevallos, compartió con la selección de canotaje una mañana de entrenamiento en el Estero Salado. Una gigantografía donde él aparece abrazado con Cevallos se lo recuerda todos los días. Esa imagen está colgada en una pared de la FEC.  

Ese apoyo económico que antes recibían Jorge y ‘Wacho’ ya no lo tienen, pero las ganas de seguir entrenándose para ser seleccionados todavía las conservan. “El próximo 21 de marzo me presentaré al selectivo para los Juegos de la Alba y el Sudamericano, espero hacer el tiempo necesario para ir a la selección”, comentó Dicado, quien percibía hasta el año pasado 1 sueldo básico (categoría E). Becerra, por su parte, estaba en la clase D, es decir, cogía 2 sueldos básicos unificados.  

Ahora que además de entrenar el canotaje también fabrican las embarcaciones, estos deportistas sienten que sus vidas están a punto de cambiar, tal y como ocurrió con Miguel Bazán, el argentino que vino el pasado 13 de enero al país para enseñarles a construir kayacs y canoas.

Ellos aprendieron esta técnica de uno de los mejores. Bazán, quien era carpintero en su país, hoy en día es dueño de la marca de botes Delfín.

Con él hicieron 10 moldes cuando el taller estaba en el Vivero, en el km 3 de la vía a Samborondón, junto a la urbanización La Rioja.

Ahora que se mudaron a la FEC, donde llevan 4 días, aseguran tener todas las comodidades, además de que el lugar está cerca al Club Náutico del Salado, de la Av. Barcelona, donde entrenan todos los días.

Dicado, Becerra y Mera recibieron charlas, o como ellos mismos dicen: “clases empíricas” por parte del argentino Bazán, quien fue contratado por el Comité Olímpico Ecuatoriano (COE) para que hiciera los moldes de botes.

“Estuvo un mes y nos enseñó de todo. Aunque a cada uno lo especializó en algo...”, comentó Mera, quien captó mejor el trabajo de corte en la fibra de vidrio. Dicado perfeccionó su técnica en la encerada, laminada y pintada de los botes, mientras que ‘Wacho’ se encarga de armar el sistema del timón... y bueno, también ‘mete mano’ en las demás cosas.

El trabajo en equipo es su fuerte. Así logran terminar una embarcación en 2 o 3 días. Deben entregar 8 botes hasta el 20 de abril. Al ritmo que van, pese a varios inconvenientes que han tenido, esperan cumplir con el pedido.  

“Acá tenemos todo lo necesario y al alcance de nuestras manos, pero los 2 primeros días sufrimos con el problema de la electricidad. Al parecer el compresor de aire provocó cortocircuitos y eso que es de 110 voltios”, indicó Dicado, quien estuvo a punto de pintar un bote con brocha, ya que la pistola no le servía y el compresor hizo que se quemaran algunas lámparas fluorescentes, Becerra lo detuvo y le dijo que no, porque los botes no quedarían bien  y es su responsabilidad.

Estos deportistas no tiran la toalla. Tienen en mente continuar haciendo lo que les gusta: entrenar el canotaje. Pero eso sí, 2 de ellos aseguraron que su paciencia tiene un límite, y eso sería a finales de abril.

Jorge, quien hace un mes tiene la responsabilidad de mantener a su primogénita, aseguró: “Si no me pagan a tiempo por la elaboración de las embarcaciones, pues lamentablemente se irá a buscar trabajo a otro lado. Si eso ocurriera, no entregarían el pedido de 8 embarcaciones y, a lo mejor, él abandonaría el canotaje.

“Yo necesito mantener a mi hija, mi esposa y yo estamos haciendo un esfuerzo, por lo que esperaré hasta fines de abril para ver cómo van las cosas”, señaló Dicado, quien estudia en la Escuela Culinaria para Chef. Hasta conseguir un trabajo estable, se dedicará a la elaboración bajo pedido de las tablas de surf. “Recién empieza la temporada y deseo aprovecharla”.

Datos

El sistema sobre molde es el que utilizan los 3 canoístas ecuatorianos para elaborar los kayacs y canoas. El casco de la embarcación se realiza en fibra de vidrio con acabado de resina de poliéster y gel-coats.

Los materiales a utilizar son: panel marino de 4 o 5 mm, epoxi, poliéster, fibra de vidrio, listones de pino, catalizadores para las resinas, disolventes, pinturas de poliuretano, barnices y gel-coats.

Los planos son la parte más importante de todo el proyecto, unas buenas medidas para el corte de piezas las dan las tablas de puntos para el posterior montaje. El argentino Miguel Bazán dejó las medidas en una hoja a los canoístas ecuatorianos.

De los 10 moldes que vino a hacer Bazán, por el contrato firmado con el COE, 5 se llevaron los canoístas a la FEC para continuar con la elaboración de estos, que serán utilizados en el Sudamericano de Ibarra.