Tamara Angulo salía apenas de su niñez cuando la vida y el fútbol la sorprendieron. Con 13 años fue convocada por primera vez a una selección nacional femenina -algo que en ese momento ni siquiera sabía que existía-; era para integrar la sub-17.

Los nervios la invadieron. Llegó a la cancha de Fedenador en Guayaquil, donde conoció por primera vez a la entrenadora Vanessa Aráuz.

Sin conocer a nadie, la jugadora se sumó a los entrenamientos, con mucha incredulidad de que el fútbol que practicaba la haya llevado hasta ese lugar.

Hoy, cerca de cumplir los 20 años -celebrará su cumpleaños el 11 de enero- acumula una experiencia mayor en relación con sus compañeras que hoy integran la selección nacional, que se alista para competir en el Campeonato Sudamericano Sub-20, que se jugará en el país desde el 13 de enero.

Justo dos días después de cumplir los 20, Tamara se estrenará con este equipo en el debut contra Argentina en el estadio Olímpico de Riobamba.

Un nuevo torneo en  su palmarés, porque Tamara ha disputado Sudamericanos, Bolivarianos y Copa América.

El Mundial quedó como cuenta pendiente, pero ahora buscará la opción de estar en uno, pues el Sudamericano es clasificatorio para la Copa del Mundo de Francia.

La Conmebol solo gozará de dos cupos para el torneo, por lo que el campeón y el subcampeón serán los asistentes al campeonato mundial. “Hemos trabajado muy fuerte para hacer un buen papel. Como locales debemos hacer respetar nuestra casa, con el objetivo principal de alcanzar la clasificación”, dijo la defensora central.

Además de su experiencia con la selección nacional, también tiene recorrido con su club. Siempre ha estado en Unión Española, escuadra guayaquileña con la que consiguió el bicampeonato nacional. También jugó la Copa Libertadores de América Femenina.

Eso sí, no está de acuerdo con el formato del actual certamen, pues aquello les impide mantenerse en competencia todo el año y llegar en mejores condiciones a un torneo internacional de selecciones. “Nos perjudica ese sistema, porque si vamos a jugar solo tres o cuatro meses, no nos sirve. Jugar todo el año sería lo ideal para poder mantenernos bien física y tácticamente”.

Pero más allá de eso, las ganas son las mismas y considera que el trabajo con la selección nacional ha sido completo. La próxima semana se concentrarán en el microciclo número 15 del año, antes de que la entrenadora Vanessa Aráuz entregue la nómina final de 22 futbolistas el segundo día de 2018.

Con la entrenadora mantiene una relación muy cercana, pero a la vez con mucho respeto. Tamara recuerda bien que cuando conoció a Aráuz, en su primera convocatoria en Fedenador, mantuvieron cierta distancia. Sin embargo, con el pasar del tiempo y como se convirtió en una de las fijas en cada llamado, se conocieron mejor.

“Ella es una persona humilde, responsable y muy dedicada a su trabajo. Quiere lo mejor para nosotras y para el fútbol femenino; muchas veces ha dejado de lado cosas personales para pensar en nuestro desarrollo”.

A su corta edad también decidió seguir el camino de la directora técnica.

Actualmente se prepara para ser entrenadora y estudia en la Universidad Estatal de Guayaquil. Por esa razón siempre está atenta a las indicaciones de Aráuz, para incrementar sus conocimientos en el balompié.

En ocasiones, por los llamados a la selección y los viajes, se le complica asistir con regularidad a clases. Sin embargo, cuenta con el respaldo de profesores y compañeros de aula para mantenerse al día en las tareas y otros aspectos académicos.

Angulo tomó a los Juegos Bolivarianos como una especie de preparación para el Sudamericano, pues el premio es mucho mayor.

La experiencia en Santa Marta fue positiva, pues jugaron con dos rivales a los que se enfrentarán en el país: Colombia y Perú.

El segundo lugar y la medalla de plata en Colombia aumentaron el palmarés de Angulo, que con menos de 20 años se ha convertido en una de las jugadoras con mayor recorrido actualmente. (I)

La selección estelar de Villón se alista en Guayaquil
El equipo estelar de la selección femenina de Ecuador, en la que asumió recientemente la entrenadora Wendy Villón, también cumple con entrenamientos y microciclos para fortalecer la plantilla.

Villón, bicampeona del certamen ecuatoriano de fútbol con Unión Española, quiere conformar una base de seleccionadas para los retos que tendrá el equipo en 2018.

La competición estelar será la Copa América Femenina, que se jugará en Chile entre el 4 y el 22 de abril. El recuerdo de un torneo similar es dulce, pues la ‘Tri’, en la Copa América de hace cuatro años, logró acceder al repechaje y posteriormente alcanzó la clasificación a su primer mundial en Canadá.

Con 25 jugadoras, Villón trabajará hasta hoy en las canchas de Fedenador. En esa nómina destacan varias mundialistas que están en este nuevo proceso, como Ligia Moreira, Irene Tobar, Valeria Palacios, Denisse Pesántez o Carina Caicedo. También existen nuevos nombres de futbolistas que tendrán la oportunidad de mostrarse frente a la DT.

La Copa América chilena, que se jugará en Coquimbo, La Serena y Ovalle entregará dos cupos y medio al Mundial de Francia y también para los Juegos Olímpicos y Panamericanos. (I)