Sporting King marcó 8 tantos, pero ninguno de ellos provocó la algarabía que desató el único gol de Caupicho. El marcador 8-1, inusual para una final, selló la suerte de los mejores equipos de la Copa de los Guambras, cuya cuarta versión terminó ayer en el estadio Atahualpa.

Sporting King dio su primera vuelta olímpica y se desquitó de la final que perdió en 2013, cuando incursionó por primera vez en este certamen. Durante su camino a la corona no dejó dudas de ser el elenco más efectivo. Ganó los 11 lances que disputó, anotó 84 dianas y recibió apenas 9.

Caupicho, mientras, celebró una brillante campaña que se cerró con su acceso a la última instancia. Resultó, además, ser el elenco con la barra más bullanguera, que nunca dejó de alentarlo.

Algo que llenó de orgullo a los elementos de ambos equipos fue disputar el título en el Atahualpa, el estadio donde sueñan jugar cuando sean grandes. Y es que todos comparten el anhelo de vestir algún día la casaca de la selección nacional.

Consuelo, más que decepción

Desde el inicio del lance, Sporting King dominó el trámite de las acciones. El desempeño de exponentes como Ismael Cifuentes, David Magallán, Ronaldo Salas, Jeampier Jaramillo y Fernando Castillo arrolló a Caupicho, que durante el primer tiempo fue incapaz de reaccionar.

Las constantes arremetidas del conjunto celeste provocaron estragos por todos los flancos. Las conquistas llegaron una tras otra, sin dar tiempo a que el golero Kevin Zurita tomara un respiro. Ismael Cifuentes concretó a los 8, 13, 21 y 62 minutos, Ronaldo Salas convirtió a los 15’, Jeampier Jaramillo a los 22’ y 70’, y David Magallón a los 24’.

Tras el primer tiempo, cuando el marcador iba 6-0, la incertidumbre se apoderó de los hinchas de Caupicho. Madres, padres, hermanos, abuelos, trataban de encontrar una respuesta a la ‘catástrofe’ que estaban observando.

La explicación que rondó por los graderíos era la suposición de que la plantilla rival tenía algunos jugadores pasados de edad. Eso concluyeron varios familiares de los deportistas del representativo ‘blanquirrojo’. María Teresa Salas y Carmen Salas, abuela y tía, respectivamente, del volante Fabricio Pilicita, no dejaban de comparar las estaturas de 5 futbolistas de Sporting King con los 11 de Caupicho.

Dicho razonamiento les sirvió de consuelo y, en vista de sentirse en desventaja, apoyaron con mayor ahínco a sus ‘guerreros’. Les calmaba pensar que, bajo esas circunstancias, sería imposible ganar la brega. Un gol ante los ‘langarotes’, solo uno, era todo lo que pedían.

“Vamos, por el honor Caupicho. Vamos chiquitos, ustedes pueden”, se escuchaba en la tribuna. Aquellos ánimos, el replanteamiento y los cambios efectuados por el entrenador, Marcelo Altamirano, insuflaron de valor a los atletas ‘albos’.

La ansiada conquista se produjo a los 67 minutos. Un remate de Christian Armas superó al meta John Véliz y colmó de emoción a los simpatizantes de Caupicho, quienes gritaron hasta la ronquera.

Tras culminar el encuentro, para evitar suspicacias, Miguel Ángel Díaz, estratega de Sporting King, aclaró que la documentación de sus pupilos está en regla y pasó los filtros del Municipio de Quito y la Federación de Ligas Barriales y Parroquiales de Pichincha, promotores de la lid. Más bien justificó la superioridad en que algunos de sus alumnos están o pasaron en las formativas de clubes, como Liga de Quito, El Nacional y Deportivo Quito.