El pedalista español Óscar Sevilla, de 42 años, ha recorrido con su bicicleta varias rutas de Europa y América. Ese caminar lo coloca como uno de los protagonistas de la edición 35 de la Vuelta al Ecuador (ganó la primera etapa), que finalizará el 13 de octubre en Tulcán.

En 22 años de carrera, el ibérico participó en prestigiosas pruebas como el Giro de Italia, el Tour de Francia, la Vuelta a España o la Vuelta a Colombia, en la que recientemente colaboró para que el ecuatoriano Jonathan Caicedo se proclame campeón.

Ese trabajo con el Team Medellín del Colombia hizo crecer su fama en Ecuador, tanto que los aficionados en toda ciudad por donde ha pasado la carrera tricolor, le piden autógrafos y fotos a las que el ibérico no se niega.

“Tenía muchas ganas de venir. El trato que me da la gente es una motivación más y un orgullo que me lo he ganado a pulso”.
Tras surcar por las rutas de Europa, Sevilla llegó a Colombia donde además de seguir con la pasión por el ciclismo, que practica desde los 14 años, conoció a la que ahora es su esposa, Ivonne Agudelo, y así como se ganó el amor de su amada, empezó a cosechar varios títulos.

Entre ellos tres Vueltas a Colombia (2013, 2014, y 2015). El español es uno de los cinco extranjeros que han vencido en la nación “cafetera”, los otros fueron el ecuatoriano Caicedo, el francés José Beyaert, el español José del Moral y el venezolano José Rujano.

Desde hace ocho años además de recorrer las carreteras colombianas también compitió en Estados Unidos, Canadá, Argentina, casi todos los países de Sudamérica y solo le faltaba Ecuador, donde quiere vencer para agregar un triunfo más a su amplio palmarés.

América ha sido como un “invernadero” puesto que ha cosechado varios títulos a lo largo de 22 años, además de los tres en Colombia, donde también se adjudicó tres Clásicas RCN, asimismo tres Vueltas a México, cuatro a Brasil y otros tantos títulos en Estados Unidos.

Reconocimientos a los que hay que agregar un subcampeonato de la Vuelta a España en 2001, año en el que también logró el cetro de la categoría Mejor Joven del Tour de Francia.

“La verdad que no cambiaría mi vida por nada del mundo y si volviera a nacer haría lo mismo, porque, la verdad, me siento un privilegiado al poder hacer lo que me gusta y lo que hecho”, mencionó el ciclista europeo, que se enamoró del ciclismo al mirar a otros corredores practicar el deporte del “caballo de acero”. (D)