Después de 7 años de su primer intento de ascenso al K2, Santiago Quinteros repetirá la travesía con nuevos bríos y con 7 elevaciones de más de 8.000 metros de altura a cuestas. Le quedan 2 meses para viajar a la cordillera del Karakórum, pero no deja de pensar en ella y entrenarse a fondo para escalar una de las montañas más difíciles.

Por ahora se preocupa de los detalles -que no son pequeños- y de los que dependerá el éxito de su expedición. Uno de ellos es acerca de sus prótesis para los pies, pues deben acoplarse de forma perfecta para no ocasionarle inconvenientes. Por ejemplo, hace pocos días el ortopedista le calzó una nueva prótesis en el pie izquierdo, que le causaba dolor en el talón al mover su pie hacia abajo, por lo que tuvo que hacer algunos ajustes que le permitieran estar cómodo. No solo deberá ascender los 8.611 metros sobre el nivel del mar (msnm) del K2, sino que deberá recorrer a pie 134 kilómetros a través del Karakórum para llegar al campo base de la elevación y por eso sus pies deben estar en el mejor estado.

Las condiciones en las que intentará ascender al K2 -con prótesis en los pies y sin oxígeno- le servirían para establecer una nueva marca, pues sería la primera persona en hacerlo de esa manera.

Los nervios y la tensión que sentía hace un mes, hoy han desaparecido. Ha realizado un trabajo mental interno para “reprogramar a la mente, que tiende a ser negativa”. Meditación, yoga y visualizaciones forman parte de la técnica que usa para motivarse y cumplir con el cometido. “Tengo una gran expectativa por hacer este viaje. Lo quiero disfrutar, desde que salga de Quito hasta llegar a la cumbre. Llegar a ese punto es la mitad del camino; después, la bajada y el camino de regreso es el otro 50%”.

“Si la montaña no quiere que subas, no sube ni Dios”. Esa frase ha sido divulgada entre los más expertos de esta actividad, por la complejidad que representa ascender hasta la cima. Por esa razón, solo 320 han logrado llegar hasta el punto más alto, 188 de ellos sin oxígeno.

Quinteros y su equipo viajarán el 13 de junio desde Ecuador hacia el K2. El 25 de ese mes llegarán al campo base y les tomará entre 25 y 30 días montar los 3 campamentos de altura. Deberán poner más de 2.000 metros de cuerda para ascender y en el campo 3, el de mayor altura, pasarán 2 noches para aclimatarse. Después deberán esperar la ventana de buen clima, a partir del 28 de julio y, si todo sale como planea, el 31 de ese mes atacará a la cumbre. Pero para llegar a ella, cada paso cuenta. El K2 es considerada una de las elevaciones más técnicas del mundo, por sus 52 grados de pendiente.

“Solo armar la carpa es un reto, con vientos de 50 kilómetros/hora. Se siente como agujas en la cara y el clima es muy agreste. La montaña te pone al límite por su complejidad”, expresó el quiteño. Toda la organización y la logística fluyen de buena forma, según Quinteros. Eso provoca que tenga un buen presagio acerca de la travesía y que podrá coronar sin problemas la cumbre del K2.

Campaña a favor del país

Quinteros llevará la bandera de la campaña ‘All You Need is Ecuador’ para promocionar su historia y a la vez el turismo en el país. “La gente no conoce mucho a Ecuador. Aquí tenemos un paraíso para entrenar; somos uno de los países con más montañistas que han ascendido al Everest sin oxígeno (6) y eso es por las condiciones en las que entrenamos, por la altitud y el clima perfecto”, enfatizó Quinteros.

El montañista también destacó la noticia acerca del Chimborazo y de que superó al Everest como la elevación más alta del mundo, desde el centro de la Tierra. A pesar de que aquello ya era conocido, para él, mucha gente apenas sabe.

“Eso seguro que motivará a mucha gente a visitar Ecuador y subir el Chimborazo. En otras elevaciones solo se puede ascender por temporadas; aquí, en cambio, es posible hacerlo todo el año”. (I)