Siempre hay una nueva oportunidad en la vida para las personas. No hay obstáculos para el que quiere superarse y no dejarse llevar por los problemas y tragedias que ocurren. Así piensan los integrantes del club de rugby en sillas de ruedas Yaguares. Un total de 15 personas con capacidad reducida se reúnen todos los martes en Pascuales, parroquia urbana de Guayaquil, para practicar este deporte.  

El Yaguares Wheelchair Rugby Club es apadrinado por Máximus Project de Colombia, un programa de desarrollo para promover la inclusión social para personas con discapacidad en Sudamérica y que es reconocido por la Federación Internacional de Rugby en Silla de Ruedas (IWRF, por sus siglas en inglés).

Delegados del Máximus Project de Colombia buscaron jugadores en la ciudad y crearon el club. Empezaron a buscar personas que tengan problemas similares y los motivaron a practicar este deporte. El club está conformado por 15 rugbistas, entre cuadripléjicos (parálisis de cuatro extremidades) y parapléjicos (paralizados de la cintura para abajo). Fue creado en Guayaquil en abril de 2014 y obtuvo su vida jurídica en diciembre de 2015.

“Este equipo brinda a la persona que viene la oportunidad de practicar este deporte. Genera una rehabilitación física, social, psicológica, integral. Porque uno se encuentra aquí con personas que están en tu misma condicional y con los que puedes practicar un deporte”, manifestó Juan Francisco Carchi, quien es el capitán del equipo.

Carchi explicó que en 1977, un grupo de personas con tetraplejia en Winnipeg (Canadá), buscaba un deporte para practicar, ya que su movilidad reducida los ponía en desventaja en el baloncesto en silla de ruedas.

El primer torneo internacional fue en 1982, con equipos de Canadá y de EE.UU. Ocho años después fue presentado como deporte de exhibición en los Juegos Mundiales en Silla de Ruedas. En 1993 se reconoció como un deporte para personas con discapacidad física y se creó la Federación Internacional de Rugby en Silla de Ruedas (IWRF, en inglés).

Germán Tacle, taxista, se encarga de trasladar a 4 integrantes del club.

El ingreso a los Juegos Paralímpicos fue en 1996, como deporte de exhibición, pero solamente en los de Sídney, en 2000, se disputaron medallas.

Yaguares, desde 2014, ha participado en 3 torneos internacionales. En 2014 tuvieron su primera salida fuera del país. Siete seleccionados de Guayas pudieron viajar a Río de Janeiro, Brasil, para competir en el Sudamericano de esta disciplina en septiembre. Ese mismo año se organizó en Pascuales un evento con equipos de Colombia, Chile y Perú.

En 2015 volvieron a organizar  un torneo en Pascuales donde compitió con otro equipo del país y uno de Perú. “Ahora tenemos un torneo en Paraguay, a finales noviembre. Estarán Chile, Paraguay, Perú, Uruguay y nosotros. De esa manera nosotros nos estamos fogueando internacionalmente, aprendiendo. Para el próximo año tenemos otro torneo en Bogotá, en agosto”.

Carchi resaltó que han tenido que cubrir con recursos propios los gastos para entrenar y movilizarse, por lo que piden el apoyo de empresas públicas y privadas. “A Paraguay vamos a viajar 4 deportistas, en total somos 15. No viajamos más por lo costoso”.

Algunos de los deportistas tuvieron que adaptar el carro a su limitación.

La mejor terapia

Todos los que conforman Yaguares Wheelchair Rugby Club han sufrido accidentes como balazos, golpes, caídas de motos, entre otros. Al inicio pensaron en suicidarse, se sentían inservibles y una cargas para sus familias, pero encontraron en el rugby la mejor terapia para mejorar su movilidad y alegrar sus vidas.

“Desde unos 4 metros me caí, reboté en el piso y luego fui a parar a la piscina. Me rompí el cuello. Es un proceso hasta que te acostumbras. Hay gente que se quiere quitar la vida, se aísla, se hace alcohólica. Tuve incluso hasta una desilusión de Dios, porque me decían que tenga fe que me voy a curar y yo nada.  Cuando conocí a otras personas que estaban en mis mismas condiciones ahí dije, no, yo también puedo”, señala Carchi, quien tiene 43 años. Cuando le sucedió el accidente tenía 22.

Recalca que  todos estos accidentes le ocurren a uno “cuando es pelado, porque ahí es cuando uno cree que la vida la tiene comprada y hace diabluras y media. Cuando uno es mayor se cuida más”.

Para Sergio Chávez, quien vive en la Fragata y lleva 2 años en el Yaguares, fue difícil aceptar su nueva vida luego de que a sus 16 años le cayera un árbol de 15 metros de altura que le fracturó la columna y lo dejó parapléjico. Su accidente fue en 1991, en el Coca, provincia de Francisco de Orellana, cuando trabajaba para una empresa que cortaba árboles en la zona. Chávez, quien tiene 42 años, siempre se muestra sonriente, es el alma del equipo.

“Me vi morir luego del accidente. Inclusive lo primero que pensé fue en quitarme la vida. Intenté suicidarme en el hospital y las enfermeras y doctores tuvieron que amarrarme a la cama. Estaba acostumbrado a caminar, correr, andar en bicicleta, partirme el lomo para ayudar a mi familia. Pasar de un momento a otro a una silla de ruedas fue bastante doloroso y frustrante”.

Chávez dio un mensaje: La muerte no es una salida, mientras respires no te des por vencido, lucha. No te quedes sin hacer nada, haz algo productivo y practica deporte. (I)

DATOS

El objetivo del juego es acumular el mayor número posible de goles. Estos se marcan cuando un atleta lleva la pelota a través de la línea de gol. No hay empate. Cuando es necesario, el juego se extiende por 3 minutos adicionales.

El equipo tiene 40 segundos para marcar un gol, con solamente 12 segundos para pasar a la mitad ofensiva de la cancha. Se disputa en 4 tiempos de 8 minutos, con 5 minutos de intervalo entre el segundo y tercer cuarto, y 2 minutos en los otros intervalos.

La disciplina es practicada por personas con tetraplejia.