El remo in, un deporte destinado para personas con discapacidad intelectual, fue la disciplina que escogieron los deportistas ecuatorianos Xavier Vargas y Brayan Quinquiguano para, a través de sus paladas (golpes del remo en el agua) superar las adversidades y triunfar en los Inas Global Games cumplidos en Brisbane (Australia).

Vargas, guayaquileño de 21 años, se consagró campeón  en la distancia de los 500 metros, mientras que Quinquigunao, ambateño de 22, logró dos medallas de bronce en los 1.000 y 2.000 m.

El evento multideportivo  fue promovido por la Organización Deportiva Internacional para atletas con discapacidad intelectual (Inas, por sus siglas en inglés).

La disciplina, también conocida como para remo in, es una adaptación de la que practican los atletas convencionales y se la puede ejecutar en una máquina o en un bote.

En Ecuador por cuestiones económicas se lo desarrolla solo en máquina, en la que triunfaron los dos deportistas tricolores, quienes desde hace cuatro años reman a la conquista de triunfos.

Sin embargo, las medallas y los reconocimientos no llegaron sin sacrificios y esfuerzos en los entrenamientos y en la vida diaria.

Ese fue el caso del campeón, cuya familia es de escasos recursos económicos y recibe ayuda de su entrenador, Sebastián Molina, del asistente Patricio Benavidez, de personeros de la Secretaría del Deporte, entre otros para pagar el pasaje al lugar de entrenamiento o el almuerzo luego de las agotadoras prácticas que realiza.

“Estoy muy contento por la medalla de oro que conseguí”, mencionó a EL TELÉGRAFO Vargas, quien añadió que sintió orgullo al escuchar el himno nacional fuera de las fronteras ecuatorianas.

Cuando Molina veía que las fuerzas se le agotaban a Xavier en la prueba de 500 metros lo motivó recordándole los nombres de las personas que lo ayudaron a llegar a Brisbane.

La medalla se la dedicó al técnico, a su papá Rafael, a su mamá Patricia Manobanda y “a mi abuelita Teresa Morales que falleció recién”, manifestó entre lágrimas.

La situación económica de la familia Vargas Manobanda impidió que el medallista dorado termine la escuela, llegando hasta el tercer año de educación básica; pero esas situaciones lo hicieron más fuerte y no fue impedimento para que alcance la gloria mundial.

Brayan, un poco más reservado, comentó la felicidad de regalarle al país dos metales de bronce. “Lo más difícil fue soportar el cansancio de las piernas, pero lo logramos y se lo dedico a mi familia y entrenador”, dijo Quinquiguano, quien cursa el bachillerato y también tuvo que luchar mucho junto a sus padres para encontrar la forma de ser aceptado en varios colegios.

“Esa decepción creo que hizo que busque una alegría en el deporte y por eso un día llegó y me dijo quiero remar”, recordó Molina.

Remar en máquina
El remo para personas con discapacidad intelectual se lo practica en bote y máquina. Por cuestiones económicas y de implementación en Ecuador se lo hace en la segunda.

El equipo es un simulador de remo que tiene una resistencia de viento para hacer la palada en el agua.

El ganador sale del remero que en menos tiempo cubra una de las distancias reglamentarias, que son 500, 1.000 y 2.000 metros. (I)