La Vuelta 2019 se ha puesto seria con las sanciones que recoge el reglamento de la Unión Ciclista Internacional  (UCI) para los corredores que arrojan los restos de envoltorios de las barritas alimenticias o de otros alimentos, así como los bidones que se lanzan en lugares sin público.

En la segunda y tercera etapas, tres ciclistas han sido descubirtos por los comisarios de la carrera y sancionados con 200 francos suizos (un poco más de $ 200) por tirar basura.

El reglamento que indica como motivo de sanción el “desechar la basura fuera de las zonas autorizadas” ha sido el que le han aplicado por su infracción al belga Sander Armee (Lotto Soudal) y el danés Casper Philip Pedersen (Sunweb) en el transcurso de la segunda; y el día siguiente en Alicante fue multado el portugués Nuno Matos (Burgos BH) por idéntica razón.

A cada uno de ellos o por defecto a su equipo se le descontará de los premios la multa en francos suizos, moneda en la que se cobran las sanciones que se aplican en el ciclismo al estar ubicada la UCI en Suiza.

En estos primeros compases de la Vuelta resulta llamativo que en la primera etapa el director del Jumbo Visma fue multado con 1.000 francos (unos $ 1.000) por obstruir la vía, mientras que un vehículo del Euskadi Murias fue sancionado con 300 francos (unos $ 300) por conducción temeraria.

Cada una de las etapas tiene habilitada en las grandes vueltas, y también en otras de menor rango se hace, una zona de unos 50 metros de distancia con el cartel “Recogida de residuos” (con la imagen de un cubo de basura abierto) para arrojar todos esos desperdicios que se acumulan a lo largo de los kilómetros.

Lo habitual es que en cada etapa haya dos de estas  zonas, una previa al comienzo a la zona de avituallamiento para deshacerse de lo acumulado en la parte inicial. El otro punto se ubica, aproximadamente, a 20 km del final de la etapa.

La quinta etapa se correrá este miércoles 28 de agosto de 2019 con una distancia de 170,7 km. (I)