Si todo sale bien, la cima del K2, la segunda montaña más alta del globo, sería la próxima conquista del montañista ecuatoriano Santiago Quintero, quien viajó hacia la cordillera del Himalaya el pasado lunes. La expedición podría extenderse hasta el 31 de julio, tomando en cuenta los días que requiere el deportista para aclimatarse.  

En esta ocasión, el expedicionario quiteño, de 41 años, se desplazó al continente asiático junto a su esposa, Claudia Echeverri, quien quiere respaldarlo en este nuevo emprendimiento. Ellos recibirán la ayuda del lugareño Mingma Sherpa.

De conseguir poner los pies sobre la cresta del macizo, el K2 sería el octavo ochomil en la carrera de Quintero dentro de su proyecto ‘Ecuador por todo lo alto’. Antes ya encumbró el Broad Peak, Makalu, Cho Oyo, Gasherbrum II, Shisha Pangma, Everest y el Manaslu.

Tal como las anteriores, esta nueva cita con la aventura extrema la realizará sin oxígeno de reserva, que aumenta ostensiblemente la dificultad que ya, de por sí, tiene el K2, una de las elevaciones más complejas de trepar.   

No por nada, en marzo pasado, al oficializar el viaje, Quintero calificó que llegar al pináculo de este monte equivaldría para él a ganar una medalla olímpica. Y es que el grado de dificultad es altísimo, más aún para el capitalino que hace 14 años perdió la mitad de sus pies, amputadas por congelamiento al subir al Aconcagua (Argentina).

Por este motivo, el cultor utiliza unas prótesis especiales elaboradas a su medida, cuya adaptación a los pies es parte del entrenamiento. En el K2, con o sin cuerdas fijas, el último tramo debe ser escalado.

A esto se suman las peligrosas condiciones climáticas que suele presentar el pico pakistaní-chino, propensas en muchos casos a provocar avalanchas. El mismo Quintero sufrió estas inclemencias en 2009, durante su primer intento por abrazar la punta del K2.

En aquella ocasión hizo mancuerna con la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner, pero se detuvieron a 239 metros de la cima; la nieve les llegaba hasta la cintura y moverse requería esfuerzos enormes.

Pero no se trata del único ‘tricolor’ sumido en semejante frustración; hace un año, Carla Pérez, Iván Vallejo y Esteban Mena, del proyecto ‘Somos Ecuador’, tampoco consiguieron el propósito.

Carla, quien el 23 de mayo anterior se convirtió en la primera latinoamericana en coronar el Everest sin oxígeno suplementario, cuenta que en esa ocasión el clima estuvo insufrible. El peligro de aludes y tormentas era permanente y les cortó toda posibilidad de avanzar.

Añade, no obstante, que la colocación de cuerdas fijas facilita la intención, pero el K2 sigue como una de las montañas más complicadas.

“A diferencia de 2014, cuando el clima lo permitió y muchos deportistas arribaron a la cumbre, en 2015 nadie pudo coronarla. Espero que en esta oportunidad la situación cambie y Santiago pueda plasmar su propósito”, menciona.

Quintero tiene el apoyo del Ministerio de Turismo y forma parte de la campaña ‘All you need is Ecuador’, su consigna es dar a conocer las bondades del país en todo el mundo, demostrando de paso, el temple de los ecuatorianos. (D)