A la espera de financiar la conquista de su cuarto ochomil sin recurrir a oxígeno de reserva, la montañista ecuatoriana Carla Pérez comenzó su año deportivo, en el que le dará más tiempo a la escalada. Precisamente, el pasado domingo retornó al país luego de subir, junto con el también expedicionario Esteban Mena, los muros de hielo de Ouray, Colorado (Estados Unidos).

¿En este 2017 se plantea conquistar su cuarto ochomil?

Planeaba subir en septiembre al Shisha Pangma, que con 8.013 metros de altura es el más pequeño de los 14 ochomiles, pero los costos logísticos presentaron un incremento importante, es decir, lo emprenderé si consigo el financiamiento. Mi sueño es subir por la cara sur de la montaña, que es de hielo.

¿Cuál es el incremento y qué incluyen los costos logísticos?

Costaba $ 15.000 por persona, pero ahora son $ 21.000 y $ 16.000 si van 4 o más; pensaba ir con Esteban Mena. La logística incluye los pasajes aéreos, el pago por los permisos, alquiler de los yaks (bóvidos de Asia Central) para que lleven nuestras cosas, contratar un cocinero y el precio por montar el campamento base que consta de carpa comedor, carpa dormitorio, carpa baño, carpa ducha y carpa bodega.

¿Tiene un plan B en caso de que no se concrete el desplazamiento al Shisha Pangma?

El domingo regresé de Ouray, donde escalé cascadas de hielo de entre 30 y 300 metros de alto. En septiembre quiero trepar una de las paredes de roca más icónicas del mundo: El Capitán, en el Parque Nacional de Yosemite, California (Estados Unidos). Son como 1.000 metros de ascenso.  

¿Cuáles ochomiles más le agradaría coronar sin la ayuda de oxígeno embotellado?

Todos, pero no como una colección de cumbres, sino abordarlos uno a uno por su ruta más bonita, trazando un nuevo trayecto, afrontando la senda más difícil o descendiendo de alguno en parapente. Es necesario marcar desafíos más ambiciosos en los nuevos deportistas. Veamos, Paulina Aulestia fue la primera ecuatoriana en subir al Everest, Carla Pérez la primera en hacerlo sin oxígeno embotellado... Ahora aspiro a ascender alguno de los ochomiles mezclando excursión y escalada, o sea, dificultad y altura.

¿Pero el parapente usted no lo hace habitualmente?

Vuelo desde que tenía 15 años; en 2007 participé en el campeonato nacional y quedé primera en damas de la categoría velas DHD1, pero desde 2009 me dediqué casi de lleno a la escalada y al montañismo; aun así vuelo al menos dos veces cada año.

¿Esos objetivos son suyos o van de la mano con los del proyecto Somos Ecuador?

El Capitán lo quiero escalar con Esteban Mena y Édgar Aulestia; en cuanto a Somos Ecuador, siempre estoy atenta a lo que indique Iván Vallejo, líder del equipo.

En lo que respecta a fusionar escalada y montañismo, ¿no le parece muy peligroso?

Claro. En la década del 80 era más frecuente, pero varios murieron en el intento. Sin embargo, a nivel internacional es de lo más extremo que puede lograr un montañista.

¿Qué la movió a escalar en el hielo de Ouray, Colorado?

El que la preparación es más focalizada hacia la escalada que hacia la parte cardiovascular, la cual demanda el ascensionismo. Sigo trabajando en la medida de lo posible en los entrenamientos para no perder lo ganado el año anterior con mi entrenador César Aulestia y el deportólogo Óscar Concha.

Después de ser la primera mujer ecuatoriana en coronar el Everest sin oxígeno de reserva, ¿siente mayor respaldo de las autoridades o de la empresa privada?

Tuve reconocimiento por parte del Estado y de la sociedad, así como de la empresa privada. Conté con el apoyo del Ministerio del Deporte, de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) y la Asociación de Excursionismo y Andinismo de Pichincha (AEAP), que me permite entrenar en sus instalaciones, aunque el montañismo no sea una disciplina de competencia. (I)

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Datos

En mayo de 2016, Carla Pérez se inscribió como la primera ecuatoriana y la sexta en encumbrar el Everest, la montaña más alta del mundo, sin oxígeno embotellado.

La capitalina, de 34 años, suma tres cimas en las 14 montañas del globo con alturas superiores a los 8.000 metros, además del Everest, en 2012 coronó el Manaslu (8.156 metros) y en 2014 el Cho-Oyu (8.201).

Si obtiene el financiamiento, el siguiente ochomil de Carla sería el Shisha Pangma  (8.013 metros), que al igual que los demás pertenece a la cordillera del Himalaya. Este cerro está en territorio de China.  

Por ahora dos empresas privadas confirman su patrocinio para la deportista ‘tricolor’: Finalín, que le brindará apoyo económico, y PETZL, que le dotará de equipo. La montañista espera que se le abran otras puertas para emprender más proyectos. (I)