“Nos concentramos para entrenar a doble jornada, en la noche y en la madrugada. El sacrificio valió la pena”. Esa fue la premisa que el profesor de taekwondo, Marcelo Ochoa, impuso a Pichincha con el objetivo de lograr el campeonato para la provincia. La misión se cumplió durante la séptima edición de los Juegos Nacionales Juveniles.

En esta categoría, la delegación pichinchana cosechó 11 medallas (cuatro de oro, una de plata y seis de bronce), que la ubicaron en el primer lugar del certamen, seguido de Manabí con 10 preseas (dos de oro, dos de plata y seis de bronce) y Loja, que cerró el podio con dos medallas de oro.

En este torneo destacó la capitalina Vanesa Cárdenas, quien, según Ochoa, es una las taekwondistas con mayor futuro del país y así lo demostró al lograr la presea dorada en la división middle 67 a 73 kilogramos. “Este triunfo es para mi familia porque he sacrificado tiempo con ellos por venir acá a entrenar. Les agradezco por haberme entendido y apoyado”, remarcó Cárdenas, de 20 años.

Tras lograr el primer lugar de la competencia, Pichincha dio la tradicional vuelta olímpica en el Complejo Deportivo de Totoracocha, que reunió a 319 deportistas del país.

La historia fue distinta en la categoría prejuvenil. Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, el técnico de la provincia de Guayas, Omar Pérez, celebró el tricampeonato de sus taekwondistas al sumar 272 puntos que lo ubicaron en el primer lugar de la octava edición de los Juegos Nacionales Prejuveniles.

El segundo lugar del certamen fue para la provincia de Azuay, con 236 unidades, seguida de Imbabura, con 152 puntos. (I)