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Personas con discapacidad disfrutan de los retos extremos
Saltan de un puente, surcan las fuertes corrientes de un río en bote y se suspenden en el aire solo con una cuerda. Esa es la experiencia extrema a la que se someten todos los fines de semana Alfonso Morales y la Red de Turismo Accesible de Ecuador en la ciudad de Baños de Agua Santa (centro andino).
Morales, quien hace 30 años perdió la movilidad de las piernas en un accidente cuando formaba parte del Ejército ecuatoriano, vio la necesidad de crear una red inclusiva para personas con capacidades especiales de su natal Baños, urbe localizada en la provincia de Tungurahua.
Pero no conforme con eso y guiado por su espíritu aventurero, inició un emprendimiento para que los deportes extremos fueran practicados por personas en sillas de ruedas.
“La Red nace por la necesidad de demostrar al resto de la población, no solo de Ecuador, sino del mundo, que las personas con discapacidad podemos hacer este tipo de actividades, no solamente como un esparcimiento sino como un derecho. Las actividades como estas se desarrollan en entornos naturales que nos pertenecen a todos y para ello deben ser accesibles”, dijo Morales a la agencia Andes, miembro del conglomerado de Medios Públicos que acompañó el fin de semana pasado a los deportistas especiales en esta travesía.
Fue así como se empezó a ver a gente en sillas de ruedas, con discapacidad visual, intelectual, física o auditiva, tomándose los puentes para hacer puenting, los botes para hacer rafting en caudalosos ríos, las cuerdas para pasar de un lado a otro en el canopy, los columpios gigantes para ‘acariciar’ el cielo o practicar parapente y paracaidismo.
“Es la primera vez que hago este tipo de deportes y me pareció muy interesante. Al principio estaba algo nervioso, pero luego se te pasa y le pierdes el miedo”, comentó Víctor Catamues, quien acompañó a Alfonso y a Andes en este recorrido por las modalidades extremas con estos ciudadanos. “Los guías están capacitados porque saben cómo tratarnos y eso es gracias a la Red”.
Además de practicar puenting, canopy y tarabita (que consiste en cruzar en una especie de carrito de una orilla a otra en la parte alta del río Verde), Morales y Catamues también destinaron tiempo para visitar el columpio ‘Fantasías de volar’, en el que por $ 10 los turistas son impulsados desde el mirador hacia el vacío.
La tarabita es un emprendimiento de la comunidad de Chin Chin, que aprovecha las bondades naturales de la catarata conocida como el Manto de la Novia para fomentar el turismo. El lugar es accesible para las personas con discapacidad física, gracias a la existencia de rampas, a baños adaptados y a una tarabita acondicionada para quienes utilizan sillas de ruedas.
Los pequeños empresarios y emprendedores, como Miller Guevara, creador del columpio ‘Fantasías de volar’, han sido capacitados por la Red para atender y supervisar la seguridad de quienes, pese a sus limitaciones físicas, intelectuales o visuales, practican deportes de riesgo.
“Esta idea nació porque se acostumbraba a hacer estos deportes en los árboles, pero cuando empezaron a faltar los árboles pensé en armar una estructura; primero lo hice para mi hijo y luego me di cuenta de que podía funcionar como negocio. El juego tiene todas las seguridades y junto a Alfonso trabajamos en el tema de la accesibilidad”, comentó Guevara.
En el columpio gigante, que está ubicado en el mirador de Runrún, Morales hizo amistad con Álex Almeida, quien también tiene una discapacidad física y es un amante consumado de los deportes extremos. Almeida se mostraba dubitativo para lanzarse pero, al ver la predisposición del director de la Red, se decidió a cumplir el cometido y se trasladó desde Quito.
“Estuvo muy chévere, sentí mucha adrenalina y la seguridad estuvo acorde a las necesidades. Al principio sentí algo de miedo, como en todo deporte extremo, pero la idea es vencer ese miedo y disfrutar de esa experiencia”, manifestó Almeida, quien por primera vez experimentó la sensación de columpiarse en silla de ruedas.
“En Baños hay mucha apertura para las personas con discapacidad, por eso seguiré viniendo y se lo recomendaré a mis amigos”.
La Red de Turismo Accesible de Ecuador seguirá trabajando, no solo para que cada vez sean más las personas con discapacidad que accedan a comodidades básicas en Baños, sino para que, con las garantías del caso, también practiquen deportes extremos al interior de una de las zonas turísticas del país con mayores atractivos naturales. (I)