La delegación de Pastaza ratificó ser una de las potencias en lucha olímpica y se coronó como campeona en la octava edición de los Juegos Nacionales Juveniles, que se desarrollaron en el Coliseo de la Universidad de Cuenca. En total, 22 provincias participaron en el evento.

El ganador del certamen se definió en el combate final de la última jornada. Ahí Pastaza se impuso a Loja en la categoría 60 kilogramos de lucha grecorromana y esto le sirvió para desplazar a Pichincha y Azuay de lo más alto del podio.

Al concluir la última pelea, el locutor del evento detalló las posiciones finales. “El primer lugar es para Pastaza, con tres medallas de oro y dos de plata; el segundo lugar es para Pichincha, con tres de oro y tres de bronce; y el tercer lugar es para Azuay, con tres medallas de oro y una de plata”.

Los deportistas orientales desbordaron de alegría en las colchonetas, mientras sus familiares aplaudieron y alentaron a viva voz. La frase: “Nuestros hijos son el mayor orgullo de la provincia”, retumbó en el coliseo.

Uno de los artífices para el campeonato fue Álex Moncayo, quien comentó sentirse orgulloso de haber entregado la medalla de oro a su provincia.

“Me preparé muy fuerte, entrené dos veces al día durante una hora a hora y media, troté y también hice pesas. Fue un ciclo muy completo”, relató Moncayo, luchador de 60 kilogramos, quien le dedicó este triunfo a su madre, apoyo vital para su desarrollo deportivo.

Por su parte, el luchador de la provincia de Azuay, Darwin Morocho, manifestó que la competencia fue muy difícil, pero consiguió su objetivo: la medalla de oro en la categoría 64 kilos de lucha grecorromana.

“Este triunfo se lo dedico a mi mamá, en especial y a la colaboración de los entrenadores. Mi madre me ha apoyado desde siempre y los profesores siempre han confiado en mí”, dijo Morocho, de 18 años.

En la categoría prejuvenil, Guayas fue la mejor provincia de esta disciplina. (I)