Que Lima albergará los Juegos Panamericanos en 2019 es un hecho incierto. A pesar de haber sido designada como sede oficial, una serie de cuestionamientos e imprevistos se han cernido sobre la organización.     

El retraso en la ejecución de varias obras, por ejemplo, cuestionamiento que se extiende desde el año pasado, pasó esta semana a segundo plano cuando, desde el Congreso y la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas  (Confiep), el grupo de empresarios más poderoso del Perú, se pidió la suspensión de los Juegos y la utilización de ese presupuesto para reconstruir las zonas afectadas por las lluvias torrenciales que afectan el norte del país.    

Roque Benavides, presidente de Confiep, fue el primero en mencionar, la tarde del lunes pasado, la necesidad de suspender los Panamericanos y utilizar esos fondos de inversión, unos 4.125 millones de soles ($ 1.256 millones), en la reconstrucción de los 711 distritos afectados por las inundaciones en la costa norte del país. “Cancelar el evento” dijo, tomando como ejemplo la suspensión del Rally Dakar, en 2016, para utilizar esos recursos en obras preventivas a los desastres del Fenómeno El Niño.

Pedro Pablo Kuczynski, presidente del país y uno de los principales aliados de la Confiep, respondió de forma inmediata esta insinuación: “sería una tragedia que no se pueda cumplir con este encargo deportivo”. Pero sus palabras poco han podido frente al tema. El congresista Javier Velásquez Quesquén, secundó las afirmaciones de Benavides y ha presentado una propuesta de proyecto de Ley para que se cancele, de forma directa desde el legislativo, toda actividad relacionada con los Panamericanos.  

La costa peruana que, desde fines de diciembre, soporta el denominado Fenómeno El Niño, evento que acrecienta las lluvias debido al sobrecalentamiento del mar, tiene a las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque como las principales afectadas. Solo en Piura se cuentan unos 14.712 damnificados, 210.000 personas afectadas, seis fallecidos y unas 2.163 casas colapsadas. En ciudades como Chiclayo, Sullana, o Trujillo, que han soportado lluvias de hasta 11 horas seguidas, la realidad es similar.

Las propuestas de la utilización de presupuestos de los Juegos Panamericanos para suplir estas demandas no reconocen, según Carlos Neuhaus, Presidente del Comité Organizador de la cita deportiva, la existencia de liquidez en diversos sectores del Estado, con los que se puede afrontar la emergencia. De acuerdo con su análisis, solo el año pasado, unos 6.500 millones de soles ($ 1.979 millones) del presupuesto anual del Perú no fueron ejecutados a tiempo, un dinero accesible ahora para desarrollar formas de enfrentar la tragedia del agua.  

Las declaraciones de la Confiep, en cuya organización se inscriben varias empresas constructoras, apuntan a agilitar las inversiones en infraestructura, en un momento delicado por la serie de acusaciones que ha recibido Graña y Montero, la constructora más grande del país, debido a su relación con la brasileña Odebrecht. (I)