Jhosep Vizcaíno subió al ring con un traje que hacía alusión a su apodo: la ‘Chica de Oro’. Lució una vestimenta dorada cuyo reflejo cegaba por momentos a los aficionados que acudieron la noche del sábado pasado al coliseo Julio César Hidalgo, en Quito, para verla pelear ante la colombiana Paulina Cardona por el título latinoamericano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Su indumentaria fue una suerte de presagio, pues al final hizo juego con el cinturón de campeona. Vizcaíno se convirtió en la primera boxeadora ecuatoriana en conseguir ese título, luego de derrotar por KO técnico a Cardona.

La pugilista local tuvo el respaldo de unas 500 personas que llegaron al coliseo quiteño, en una programación que llamaba a despertar la pasión por este deporte. La pelea estelar, válida por el título, era la más esperada y antes de las 22:00 las deportistas aparecieron con su séquito, junto a la música de fondo, para presentarse en el ring.

Hasta antes de la pelea del sábado, Vizcaíno tenía 10 peleas en su carrera, con un registro de 5 victorias y 5 derrotas. Mientras que la ‘Niña’, como se conoce a Cardona, tenía 47 enfrentamientos, con 21 ganadas, 20 perdidas y 6 empates.

La diferencia era notoria, pero dentro del cuadrilátero las estadísticas no contaron para la ecuatoriana. Desde el primer round mostró el estilo que la define: ser fajadora y entrar al intercambio de golpes, algo a lo que su rival huía por momentos.

Los asaltos transcurrían y los mejores golpes venían de la esquina roja, donde estaba la ecuatoriana. Cuando entraba al intercambio con la colombiana, la gente se encendía y pedía a la ‘Chica de Oro’ que diera el golpe definitivo.

Su entrenador, Gary Toledo, la tranquilizaba en la esquina durante los descansos. A ella no le importó que una de sus trenzas se haya zafado, a pesar de que a ratos le molestaba mientras buscaba la forma de hacer daño a Cardona.

La colombiana, por momentos, hizo gala de arrogancia. Bajaba la guardia como para provocar a Vizcaíno, pero ella solo se centraba en su pelea. Ni los gritos del público alteraron su estrategia de continuar impactando a su rival.

La pelea estaba pactada para 10 asaltos y hasta el sexto Vizcaíno tenía la seguridad de que en el conteo por puntos iba por delante. El público también le hacía saber que así era y antes del inicio del séptimo round, Cardona ya no salió al centro del cuadrilátero y se bajó de él para volver al camerino.

La ‘Chica de Oro’ saltaba de la felicidad y se abrazó con quien estaba a su paso. Después, con el título en su cintura, se paseó en los hombros de un asistente. Mañana ya pensará en sus entrenamientos, pues, como nueva campeona, deberá defender ese título próximanente.

El debut del hijo de ‘La Bestia’

Antes de la pelea estelar, Diego Quiñónez, hijo del fallecido boxeador Jaime ‘La Bestia’ Quiñónez, hizo su estreno profesional contra Washington Herrera. En el coliseo donde tantas veces peleó su padre, ahora era su turno.

Su apelativo es ‘El Impacto’ y pudo poner en la palestra nuevamente el apellido que tantos años estuvo vinculado al boxeo. Apenas ganó la pelea se lanzó al piso y celebró junto a una fotografía de su padre, en la que a él se lo ve de niño.

En las otras peleas de la velada, Reno Reyes, de Perú, derrotó a Pedro Panezco; José Saant hizo lo propio frente a Franklin Solís, de Colombia; mientras que el mexicano José Luis Zúñiga venció al ecuatoriano Roger Guerrero. (I)