El cambio de equipo de Julio Moreno, al español Campos Racing de la Fórmula 3, significó un impulso para la carrera del primer ecuatoriano en esa división del automovilismo. En Inglaterra era el único piloto y debía hacer un esfuerzo mayor; ahora, con 3 compañeros más y una escudería de una gran magnitud, puede centrarse en mejorar su rendimiento.    

Moreno está ahora establecido en Valencia, sede del equipo español, por lo que tiene la oportunidad de casi todos los días asistir a las instalaciones y conversar con los ingenieros y mecánicos sobre la puesta a punto de su monoplaza. También puede compartir con sus compañeros, el mexicano Diego Menchaca, el italiano Leonardo Pulcini y Quka Abdullayev, de Azerbaiyán.

Este cambio, a un equipo más grande, le permite al ecuatoriano mejorar en muchos aspectos.

“Estar en un equipo de punta te da otra mentalidad al momento de correr. Cada vez que salgo lo hago para tratar de ganar; esa confianza se logra porque estoy en un buen auto”, contó el conductor.

En las 4 primeras competencias del año, Moreno condujo en Portugal, Bélgica, Francia e Inglaterra.  Por un choque y por una falla mecánica no pudo terminar 2 pruebas, pero en las otras estuvo dentro del top 10. En la segunda parte del torneo participará en Austria, Italia y 2 veces en España.

La infraestructura, las facilidades y la tecnología dentro del equipo le han permitido al piloto un crecimiento personal mayor. La experiencia de competir con los jóvenes prospectos en la Fórmula 3, le ha brindado mayor seguridad en la antesala para llegar a la Fórmula 1.

“Hay un montón de herramientas que te permiten hacer el mejor trabajo posible en la pista. Es una oportunidad muy grande, que la estoy aprovechando al máximo posible”, le dijo Moreno a EL TELÉGRAFO durante unas cortas vacaciones en el país.  

La prueba en Austria, la quinta válida de la temporada, estaba prevista para el fin de semana pasado.

Con 14 puntos en la mitad de la temporada, Moreno se estableció entre los 10 mejores de la clasificación en este año.

“Estoy muy motivado para afrontar la segunda parte del año. Queda mucho por mejorar, pero sé que haré un buen trabajo. Con mis compañeros siempre comparamos resultados y tiempos en los entrenamientos y eso nos ayuda mucho para elevar nuestro rendimiento”, agregó el piloto de 21 años.

Con sus compañeros de equipo suele realizar otras actividades deportivas, como jugar fútbol o escalar en roca. Vivir en Valencia significó un cambio positivo, pues encuentra varias similitudes con Ecuador, como el clima agradable y la buena comida.

Moreno, en su anterior escudería, debía viajar entre Inglaterra, España y Mónaco. Ahora está más establecido en la ciudad española y sigue de cerca la actividad de su equipo. Los entrenamientos en los simuladores le dan una idea de sus avances y de lo que le esperará en cada prueba.

Con apenas 21 años, Moreno escribe su propia historia en uno de los equipos icónicos en España. Por ahí pasó el campeón mundial Fernando Alonso en sus inicios, antes de dar el gran salto a la élite del automovilismo.     

Para lograr aquello pretende ir paso a paso y no apurarse en el intento. Quiere destacar en la Fórmula 3 y ganar la mayor experiencia posible para de esa forma ser observado por los equipos de F-1. (I)    

El ecuatoriano se estrenó también en la Fórmula-E

El ecuatoriano también participa activamente como piloto de reserva del equipo Aguri de Fórmula-E. El equipo establecido en Mónaco cuenta con Moreno para diversas pruebas en el desarrollo del simulador.   

“La combinación entre las dos categorías es una gran experiencia que como piloto me ayuda muchísimo. Estar en ambas es increíble y más aún ser el primer ecuatoriano ahí. Es muy especial”, dijo Moreno.

La temporada de la Fórmula-E ya terminó, por lo que ahora centrará todas sus fuerzas en ayudar a su equipo en la Fórmula-3. El objetivo de esa categoría, en la que los autos son eléctricos, es ser el futuro del automovilismo.

No tuvo problemas en variar durante el primer semestre del año entre autos diferentes. “En la F-3 el auto es muy liviano, no más de 700 kilogramos con el piloto incluido. Mientras que en la otra hay que estar más pendiente de conservar energía y solo la batería pesa unos 300 kilos”, explicó.

En la Fórmula-E, en lugar de cambiar de llantas o abastecerse de combustible en los pits, se cambia de auto. “Es otro concepto que para los fanáticos está muy bien. Se regula más el reglamento para que sea más parejo”. (I)