Acostumbrados a atender incendios, emergencias y salvar vidas, los bomberos Jorge Caiminagua, Fernando Delgado, Alejandro Salazar y Edwin Quelal dejaron por un momento su trabajo para boxear, pedalear, nadar, correr y combatir en los Juegos Mundiales de Bomberos Corea del Sur 2018, donde ganaron medallas para Ecuador.

Desde marzo de este año y por iniciativa del comandante del cuerpo de bomberos de Quito, Éber Arroyo, se empezó a conformar el equipo de alto rendimiento para participar en la cita planetaria, que reunió a varios países, como Japón, China, Corea, Turquía, Australia, Estados Unidos, entre otros.

Por su experiencia dentro del mundo del deporte, el atleta Franklin Tenorio fue designado como el entrenador de la naciente escuadra y el encargado de seleccionar a los deportistas. De un número de 30 aspirantes se escogió a los cuatro que viajarían a la nación asiática.

“El coronel Arroyo sabía con qué calidad de personas y deportistas contaba, entonces se hizo la convocatoria, nosotros realizamos la evaluación y los resultados están a la vista”, mencionó Tenorio, quien como DT de la delegación y con 49 años a cuestas se llevó la medalla de oro en la maratón, con 2h30m20s.

Caiminagua ganó dos medallas: una de oro en kumite y otra de bronce en kata, dos disciplinas del karate; Salazar se apoderó de la presea dorada en triatlón, ambos, los más antiguos del grupo con 11 años en la institución, fueron parte de los rescatistas en los terremotos de Haití en 2010 y Ecuador en 2016.

Mientras que Delgado, conocido como la “Pantera Negra”, conquistó la medalla de oro en los 60 kg de boxeo; y Quelal, que fue compañero del ciclista Richard Carapaz en 2014, alcanzó el primer lugar en la prueba de ruta del ciclismo.

“El deporte nos sirve para estar preparados físicamente para ser bomberos”, aseguró Caiminagua, quien comentó que una vez al año se hace un llamamiento a quienes quieran pertenecer al equipo.

El lema de la escuadra es “Todos somos una hermandad dentro del deporte” y eso lo demostraron en Corea, país en el que Quelal sufrió con la comida. “Mi dieta consiste en fideo con pollo y allá fue muy difícil conseguir eso; me dieron fideos, pero muy picantes”, recordó entre risas.

Los cuatro bomberos concordaron que es duro y complicado vincular el trabajo y el deporte, pero demostraron que sí se puede. (I)