El cuencano Darwin Castro se convirtió en el primer atleta con discapacidad visual del país en clasificarse a los Juegos Paralímpicos de Río. El viernes pasado, el velocista marcó 4 minutos, 21 segundos y 70 centésimas en la prueba de 1.500 metros dentro del Gran Prix de atletismo en Río de Janeiro y registró la marca A para la cita olímpica.

“Con ese tiempo, él pudiera llegar a la final en la competencia de 1.500 metros en los Paralímpicos”, aseguró Manuel Bravo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo, quien agregó que de acuerdo a la categoría de Castro -visión nula o T11-, su tiempo lo avala.

Sebastián Rosero es el guía de Castro en las competencias. “Fuimos a Río a poner la marca, lamentablemente no pudimos asistir antes a otras competencias, pero gracias a Dios alcanzamos el tiempo requerido en la misma pista donde van a efectuarse los Paralímpicos”.

Hace 2 años Castro llegó a Quito y Rosero lo acogió en su hogar. “Teníamos que entrenar en el estadio Olímpico Atahualpa y desde el inicio nos llevamos bien, pedí a mi familia que Darwin se quede con nosotros y accedieron, él es un miembro más de nosotros”, comentó el guía de 23 años, quien conoció al atleta en enero de 2014.

“Vino a entrenar para unos Juegos  Parasudamericanos en Santiago de Chile. Lo conocí en Carpuela, donde llegó a buscar su clasificación; en ese tiempo me tocó ser su guía, no sabía quién era Darwin ni lo que era el deporte paralímpico como tal. Desde allí competimos y, sinceramente, no pensé que conseguiríamos la clasificación tan pronto”.

Su rutina inicia a las 06:30. “Madrugamos a entrenar y todos los días aprendo de él. No tiene limitaciones en su trabajo diario y busca que las personas lo aprecien como lo que es, un atleta de alto rendimiento”, dijo Rosero.

El guía agregó que al principio a Darwin le costó adaptarse a los entrenamientos, pero que lo fue superando.  “Lloraba por la exigencia del entrenamiento”.

A diario, Castro y su guía, planifican los entrenamientos bajo las órdenes del técnico Freddy Moposita. Los lunes practica en el estadio de Chimbacalle, mientras que entre martes y viernes en varios parques de Quito. “Los sábados entrenamos por mi casa, en el sur, porque Darwin estudia de forma semipresencial y cursa el último año del bachillerato, y el domingo hacemos piscina o alguna actividad que se haya planificado”, indicó Rosero.

Darwin Castro se mostró muy emocionado luego de conseguir la marca A. “Al llegar a la meta me dolían los pies, me tiré al piso y Sebastián me dijo que habíamos logrado el tiempo, fue ahí cuando con mi entrenador nos abrazamos y hubo lágrimas de alegría por lo conseguido”, recordó.

El atleta se prepara para el Open internacional de atletismo para personas con discapacidad el 7 de junio en Guaranda. “Buscaremos la marca A en los 5.000 metros planos, tenemos el registro B, pero queremos ir a Río en esta distancia también”, subrayó Rosero. (I)