El presidente del club de golf japonés que acogerá el torneo de esta disciplina en los Juegos de Tokio 2020 dijo ayer que está sorprendido por el revuelo que han causado las políticas sexistas de su entidad.

El Kasumigaseki Country Club de Saitama (al norte de la capital del país) tiene a 220 mujeres en su registro, pero no están autorizadas a ser miembros de pleno derecho y no pueden jugar algunos domingos, reservados a la competición.  

El club pospuso el martes tomar una decisión sobre el tema, en una reunión que se organizó tras las declaraciones de la nueva gobernadora de Tokio, Yuriko Koike (foto), quien dijo que esa diferencia de estatus entre hombres y mujeres en el siglo XXI le hacía sentirse incómoda.

Los organizadores de la cita olímpica también firmaron una petición para que el club cambiase su normativa respecto a la admisión y facultades de las jugadoras, según explicó a la AFP una fuente oficial.    

“Es extremadamente aburrido ver en qué ha derivado todo esto en tan poco tiempo”, dijo por su parte el presidente de la entidad deportiva, Kiichi Kimura, en una rueda de prensa con medios locales.  

“Estamos asombrados, y no es para menos. Esa es nuestra situación ahora mismo”, prosiguió. “Aceptamos acoger las competiciones de los Juegos, pero nunca lo solicitamos”.

La polémica se desató después de la petición para que el comité organizador cambiase la sede donde se celebrarían las pruebas de golf, debido a las normas sexistas que regulan el club. (I)